
Son largos años de angustia transcurridos por el pueblo guatemalteco sometido a una tenebrosa secuela de dictaduras militares. La última, bajo el férreo mando de Romeo Lucas García, ha asesinado a más de diez mil personas, llenadas las cárceles y obligados a huir al exilio a líderes opositores. En Guatemala mandan los generales, con la total protección de los Estados Unidos.
Al racismo, terror y muerte, tres raíces profundas en Guatemala, una debilitada economía se une a la injusticia social que aquí alcanza niveles extraordinarios. Pero el racismo, el terror y la muerte, que desde hace años han implantado los gobiernos militares de turno, no han mermado el resistente deseo de cambio y libertad hacia una democracia auténtica en el sentido valeroso y noble del pueblo guatemalteco. A la feroz represión de la dictadura contra sus oponentes, la gran parte, es llevada a cabo por la denominada “revolución popular” que dirigen cuatro organizaciones guerrilleras guatemaltecas. Una de ellas, ORPA, habla para El Diario de Caracas.
Aunque los regímenes de generales se han amparado en la fórmula de “Gobiernos Constitucionales surgidos de Elecciones”, sin embargo, en la práctica son abiertas dictaduras.
En esta tercera y última entrega de la Serie “Crónica de un país, sometido por una cruel dictadura”, se habla de la plataforma política oficial partidista de la resistencia popular, tanto urbana como guerrillera en Guatemala. Nos la explica uno de los principales comandantes de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA), con quien establecimos finalmente contacto, después de cumplir severos requisitos que impone la dura clandestinidad con la que operan los movimientos armados revolucionarios en esta geografía plena de volcanes.
La entrevista se realiza en algún lugar de la Zona Central de Guatemala, luego de viajar difícil trecho desde Antigua donde fuimos contactados por dos combatientes y llevados tres días después al sitio establecido para el encuentro.
Los que dominan tierra adentro
Actualmente el poder formal del gobierno en Guatemala descansa sobre El Frente Amplio, que postuló a Romeo Lucas García. Esta coalición la integran los partidos Revolucionario Institucional Democrático (PRID), la Central Amnistía Organizada (CAO), -que acaba de cambiar de siglas- llamándose ahora Central Auténtica Nacionalista (CAN), y el Partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN), el mejor organizado y el más ultra reaccionario de todos, por su frontal apoyo a la represión.
El Frente Amplio le negó participación. No convenía su presencia en las últimas elecciones. Así lo determinaron tanto el CACIF como los militares. Del Movimiento de Liberación Nacional surge recientemente el Partido Nacionalista Renovador (PNR), con sus mismos planteamientos, pero más modernizado en su organización. Lo dirige Alejandro Maldonado Aguirre, uno de los políticos tradicionales más jóvenes de Guatemala.
En esta enrevesada situación de pluralismo, funciona además el llamado Frente de la Unidad Nacional (FUN), aceptado por el gobierno de Romeo Lucas García, para dar una imagen democrática al exterior. Pero la oposición legal la realiza en Guatemala la Democracia Cristiana que, en este país, es acusada de izquierdista y hasta de comunista. Sus postulados, aunque valientes para la situación, son tímidos reformismos, pero con ellos ha dado la batalla a la dictadura. Hace poco más de dos años nació el Partido Socialista Democrático (PSD) que ganó en las últimas elecciones algunos escaños en el Congreso. Su líder, el progresista Alfredo Fuentes Mor, fue asesinado, en 1979, pocos días antes de haber solicitado la Inscripción de su partido en el Registro Electoral.
Hasta la fecha nadie sabe quién lo mató. Los guatemaltecos tienen la esperanza de que, profundizándose la lucha contra el régimen, la sociedad de privilegios y el terror de muchos de los sectores jóvenes y bases populares de algunas de las organizaciones políticas que dominan la escena actual de Guatemala, desde el punto de vista formal, puedan algún día dar un viraje y colocarse al lado de la esperanza de lograr la paz y la libertad. Entonces se sabrá quién ordenó y quiénes ejecutaron el vil asesinato.
La espiral del general
Desde l954, cuando Castillo Arnas, con apoyo de los norteamericanos derroca a Jacobo Arbenz, la represión en Guatemala, en los 27 años transcurridos desde entonces, ha cobrado más de 50 mil víctimas entre asesinados y secuestrados o desaparecidos.
En los tiempos actuales, la dictadura de Romeo Lucas García, el promedio de muertos diariamente es de ocho a diez (baleados y degollados). Pero la tragedia, ya imborrable para los guatemaltecos, la representó la Matanza de Panzos, donde fueron masacrados más de 100 campesinos (hombres, mujeres y niños) por el ejército, cuando protestaban por sus derechos a la tierra y al trabajo. Todos eran indígenas, de la raza Kechikes.
En Guatemala existen tres clases de represión, lo suficientemente identificadas una con la otra:
La represión abierta. La realiza en forma pública el ejército y la policía contra manifestantes de todo tipo., Ejemplo de ello, lo sucedido en Panzos.
La represión clandestina: Es la estrategia contrainsurgente que siembra el terror y el desconcierto pues quienes la practican son los grupos paramilitares, que secuestran y asesinan dirigentes, Estos bandidos integran “La mano blanca”, “El Escuadrón de la muerte” y “El ejército secreto anticomunista”, todos sus miembros son oficiales y clases.
La Represión Selectiva. Es la tercera. Sus objetivos son únicamente las organizaciones guerrilleras. La realizan las distintas Unidades Militares y Policiales especialmente entrenadas. Actúan (“por la libre”) en caseríos, pueblos y ciudades. Son, en la práctica, de lo más tenebrosas porque cuando fallan emplean sus armas contra campesinos a quienes constantemente acusan de colaborar con las guerrillas. Nadie se escapa, ni siquiera los sacerdotes.
Es tan larga y lastimosamente escandalosa la corrupción de estos grupos, a todos los niveles y el pillaje en pueblos grandes y pequeños, tanto como la represión que llevan a cabo en la geografía de Guatemala, que ya no puede negarse por su terrible evidencia.
La dictadura culpa de tales delitos a la “Izquierda” o a la “derecha”, según la conveniencia del momento,
Quiénes combaten en Guatemala
Lo anterior se desprende de la conversación llevada a cabo entre el Enviado Especial de El Diario de Caracas y tres de los dirigentes de algunos de los grupos que nos reciben. Lleva la palabra un comandante zonal, miembro de ORPA, “movimiento que aparece en septiembre de 1979, luego de ocho años de organización y depuración para formar los Cuadros de lo que hoy constituye la columna vertical de la lucha armada guatemalteca”.
El dirigente de la guerrilla en el sector que visitamos tendrá, a lo sumo, 34 años. Sus acompañantes son muy jóvenes, de rasgos claramente indígenas. El líder rememora, a instancias del periodista, el proceso de formación de ORPA y de los restantes grupos que, en igual forma -cerrada clandestinidad, penetración en las zonas rurales principalmente y constantes combates- enfrentan al ejército y a la policía, “manteniendo encendida la chispa revolucionaria en este país”.
-El deterioro del régimen ha llegado a límites inauditos, provocando el repudio y una oposición generalizada. La dictadura, con la represión ha cortado y hecho inexistente cualquier posibilidad de ampliación en su base de sustentación política, cerrando toda posibilidad de maniobrar. Con la represión, la dictadura ha abarcado a todos los sectores democráticos y progresistas. Incluso a la Democracia Cristiana. Con ello ha ido acentuando el aislamiento interno e internacionalmente también se está quedando sola. Es que el mundo se asombra de tanto horror. Por eso se va quedando a tal punto que sus relaciones con Estados Unidos están en franco deterioro…”, nos dice el comandante guerrillero
Qué es el ORPA
Relata que “la Organización del Pueblo en Armas surge como un movimiento revolucionario a nivel nacional, que impulsa el proceso de guerra popular en forma consciente, progresiva y responsable”, agrega.
-Política y militarmente se ha construido en los últimos ocho años que tiene de fundada, tanto militar como políticamente. ORPA ha creado así las condiciones necesarias para comenzar otra etapa de acciones públicas, entre ellas nuevas operaciones militares, No reclama títulos ni primeros lugares de vanguardia, pero sí nacimos, crecimos y proyectamos a todos los sectores populares del país. Respetamos a las demás organizaciones políticas, legales o clandestinas, y estamos dispuestos al sacrificio por la liberación de Guatemala.
Advierte que “nuestra lucha tiene como central objetivo el de establecer un poder revolucionario y popular arrebatándole a los enemigos del pueblo el poder económico, político y militar; en terminar con todo tipo de explotación y establecer también un nuevo formulario de relaciones de trabajo, para alcanzar el bienestar colectivo y construir la nueva sociedad que elimine la pobreza, la injusticia y el racismo. En fin, acabar con la tortura y el crimen”,
-Luchamos por todo lo señalado como un movimiento bien organizado dispuestos hasta la victoria final. Porque vivimos para luchar y luchamos para triunfar, sentencia.
Indica que “ORPA la componen en su mayoría profesionales y gente del pueblo”, añade el declarante. “Está preparada para marchar hacia la gran confrontación”. Y cuando le preguntamos fecha alguna, respondió: “Esperamos sea en unos pocos meses. Entonces viviremos momentos especiales, decisivos”.
-La situación guatemalteca, la posición oficialista, la de la oligarquía y la militar, es francamente intolerable. El movimiento armado, en abierto desarrollo, pero con firme determinación, está a la espera. Sabemos que la época por venir será turbulenta, dura y combativa. Guatemala se jugará su destino, pero triunfará el movimiento armado,
-¿Por qué tanta seguridad?, insistimos.
–Por la existencia de tres elementos fundamentales: Primero: las contradicciones entre la oficialidad y la oligarquía, que mutuamente se culpan del auge de la Revolución y ambos se saben impotentes para combatirnos. Segundo: la incidencia que ha tenido en los dos ejes de poder el triunfo de Reagan, que les devolvió, si se quiere, ferocidad y seguridad para continuar impunemente su genocidio y, Tercero: Los amplios compromisos establecidos, de régimen a régimen, con la Junta gobernante en El Salvador. Toda esta peligrosa situación estallará en cualquier momento. Y nosotros desde ya estamos preparados.
Una hermandad de lucha y propósitos
El periodista nota la insistencia del jefe guerrillero en destacar la vigencia e importancia del resto de agrupaciones que integran el Frente Revolucionario. Es el marcado muestrario de una unidad pocas veces existente en grupos de izquierda o de derecha armados dentro y fuera del continente. Buena señal, pensamos. Es una hermandad de lucha y propósitos que expone una línea de conducta dirigida hacia la consecución del gran fin, obtener la paz y la libertad de Guatemala. Se lo hacemos notar al comandante guerrillero.
-Mucho le agrademos esa visión que usted tiene de nosotros, amigo periodista. Nos complace, nos enorgullece y anima. Tenemos en ustedes, los señores periodistas, al mejor de los aliados para trasmitir nuestra verdad al mundo entero. Guatemala, bajo distintas dictaduras se ha desangrado. Basta ya de tanto asesinato. El pueblo quiere la paz, quiere la libertad. Y las conseguiremos.
Dice que en su país, además de ORPA, existen tres organizaciones, “hermanadas y en pie de lucha, que buscan salir de la situación de terror y espanto; un terror enloquecido, que lleva a cabo el ejército en contra de nuestro pueblo. Son: el Ejército Guerrillero de los Pobres, (EGP); las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) y el Partido Guatemalteco del Trabajo, este último de filiación comunista”.
-La lucha guatemalteca no es nueva. En los inicios de los años 60 y en 1961 se desarrolla el primer surgimiento de esa saga en la Zona del Norte, vecina a la capital, el 13 de septiembre, dirigido el movimiento por el comandante Marco Antonio Hoyos. Después, con Turcios Lima,, oficial del ejército, se comienza a combatir con éxito del 65 al 67, cuando llega el repliegue, afirma el entrevistado.
El oficialismo, con apoyo del imperialismo nos reprime hasta que, en 1969, reiniciamos la lucha, sobre todo en la parte selvática del Petén. Entre los años 71 y 72 nos reestructuramos y en base a la experiencia modificamos nuestros planteamientos hasta hoy en día. Reconocimos que esa lucha no se desarrolló a todos los niveles Había mucho de espontaneidad, existía ausencia de una visión profunda de lo que es el desarrollo de una estrategia de guerra de guerrillas popular y revolucionaria. Pero nada fue en vano. Las cuatro organizaciones buscamos la unidad total, a través de una lucha que, mes por mes, se consolida y entiende que está logrando controlar grandes zonas, descontrolar al ejército y violentar el sistema de represión reinante.
El comandante guerrillero añade que “el PGT surge a fines de la década del 50, como partido comunista, Tiene vieja larga trayectoria”, dice. “Se consolida en la capital y en zonas rurales, especialmente en la Costa del Sur. Las FAR, después de duros golpes recibidos a comienzos de los 70, se reestructura y replantea una nueva forma de lucha”.
-El EGP, con antiguos dirigentes de las FAR, luego de un período de análisis y de ardua y dura preparación, comienza su trabajo revolucionario en 1972. Nuestra Organización (ORPA) nace en 1971, en la Zona Suroccidental. El EGP, las FAR y ORPA tienen una misma nutriente tanto como el PCT. Hay diferencias, claro, pero todas buscan el mismo objetivo: la libertad, la justicia social y la paz. De los 22 Departamentos que conforman a la Guatemala física, 18 están en guerra, afirma.
El líder de la guerrilla en la Zona despliega el mapa y señala al periodista la confrontación más reciente llevada a cabo contra el ejército en los distintos frentes. Luego agrega:
-Más del 50 por ciento del territorio y más del 50 por ciento de la población se encuentran en el escenario de nuestras actuaciones, donde gozamos de un efectivo respaldo.
El silencio oficial es una tumba
Responsable, sostiene: “Nosotros sí confirmamos las victorias y también las derrotas. No mentimos”, Y muestra un cuadro estadístico donde se determina que, “entre febrero y marzo de este año 1981, ORPA ha realizado 25 emboscadas, 10 ataques, 40 ocupaciones de fincas y causado bajas al ejército, con la pérdida de tan solo un guerrillero”.
-El ejército nos ataca constantemente diciendo que nuestras “pérdidas en combates son muchas”. Pero son cientos de cadáveres de campesinos que el ejército degüella en las aldeas. Lo hemos retado a que demuestren alguna evidencia de lo que ellos califican de verdaderas acusaciones. Pero el silencio oficial es el de una tumba.
NOTA: A escasos siete minutos del despegue, el avión que nos conduciría desde el aeropuerto de Guatemala a Ciudad de México, un viejo cuatrimotor, presentó un problema en su parte eléctrica. De inmediato regresó y aterrizó en medio del miedo de los pasajeros, la angustia de los pilotos y la posibilidad de un accidente, según la Torre de Control. Afortunadamente nada sucedió, El avión fue chequeado y nuevamente despegó, Pero a los cinco minutos otra vez apareció la falla. Regresamos, aterrizamos y estuvimos cuatro horas en la Terminal esperando otro avión, procedente de San José de Costa Rica que, sanos y salvos, nos dejó finalmente en la capital mexicana. En mi vida de corresponsal, en América, Europa, parte de África y de Asia, no había vivido un susto o algo semejante. Ni siquiera en las guerras de liberación del Pueblo Polisario, en el este occidental del Desierto del Sahara; por el norte limitando con Marruecos, por el oeste, con Argelia, por el sur con Mauritania y por el este con El Atlántico; y de Nicaragua y de El Salvador a donde me llevaron mis andanzas de periodista, por 53 países de este mundo. Por cierto, el dictador Fernando Romeo Lucas García, nacido en San Juan Chamalco, el 4 de julio de 1925, al abandonar Guatemala, busca refugio en los familiares de su esposa, en Puerto La Cruz, Venezuela, donde finalmente muere el 27 de mayo de 2006, hace ya exactamente 19 años.
ÁngelCiroGuerrero/EnviadoEspecial/ElDiariodeCaracas-Guatemala