Pelar por la Jefatura de la Nada pone en entredicho el liderazgo de Henry Ramos que se perdió en la bruma marina y dejó recuerdos importantes de los tiempos cuando AD era una unidad monolítica.
Cuando leí que los adecos iban a elecciones primarias solo me tocó persignarme y recordar que como se eligen autoridades sin ya por la vía de la judicialización de la Sala Constitucional del TSJ las tarjetas blancas están en manos de Bernabé y Ronderos.
Eso por ahora funciona así en tiempos de revolución y por más que Henry Ramos zapatee y lance cohetones eso ya es agua molida por las cribas del molino de agua.
De esa teoría de las aguas saben mucho Tobías Bolívar y el Chivo Francisco Narváez que conocen el movimiento de las cribas que en una oportunidad casi le revientan la rótula al alcalde Yul Armas Vásquez.
Por esa razón cazar peleas donde no hay ganancias eso es parte de lo real maravilloso americano porque ya esa decisión tribunalicia le da garantías del mano a Bernabé y su combo que tienen el control de la tarjeta blanca, de las casas del partido y de toda la organización blanca. Esa tesis de salir a hacer bulla no pasa de eso de cacareos y gritos sin sentido porque la burra la tiene amarrada el efecto Bernabé en estos momentos.
Esa división en dos toletes de la tolda blanca le dio fortaleza al grupo de Bernabé y dejó al binomio Ramos-Prosperi y los condena a andar como Judíos Errantes lanzando consignas y criticando una posición que ya todo el mundo conoce a través de los medios de comunicación que lanzan sus clarinadas para aclarar la crisis institucional que vive AD.
Creer que se puede revertir esa gestión por la vía judicial con 4 gritos es solo soñar con otra realidad política que no existe todavía en este país.
sa es la verdad de un partido AD que danza sobre las cuerdas asumiendo posiciones que le permitan garantizar su estatus de partido de tradición que aun con su tarjeta judicializada fue capaz de aportar votos para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.
Qué se olviden Henry y Prosperi y su dirigencia institucionalizada que van a tener espacios del respeto y la valoración ante el país, pues es evidente que el control lo tiene Bernabé por ahora y no hay una solo fórmula posible para quitarle el hueso al Piaroa.
Mientras todo eso ocurre el diputado Oscar Ronderos sigue su ruta legislativa de asistir a espacios internacionales en busca de aportar dividendos a Nueva Esparta el estado un estado que lo hizo diputado nacional en las pasadas elecciones legislativas.
La pelea con Ronderos no es fácil y menos con el poder que ostenta en estos momentos con credenciales para traer turistas rusos y colombianos a Nueva Esparta por la vía de la firma de convenios internacionales.
Esa pelea política está planteada para otro momento, pero en tiempos de judicialización no hay ni una sola posibilidad para que Henry Ramos recupere unos espacios que perdió en una lucha dispareja y fuera de tiempo.
No basta con buenos deseos de la institucionalidad adeca al querer retar un poder supremo que por ahora es imbatible mientras no se produzca esa unidad nacional mágica que le devolvería el poder a los venezolanos.
Pelar por la Jefatura de la Nada pone en entredicho el liderazgo de Henry Ramos que se perdió en la bruma marina y dejó recuerdos importantes de los tiempos cuando AD era una unidad monolítica.
Por eso cuando se produjo la nueva división que partió a AD en dos toletes la victoria buena o mala se le llevó la dupla Bernabé-Ronderos que tomó el control del partido del pueblo porque fue el único grupo que pudo contabilizar los votos en las elecciones del 21N y que se apresta a seguir con la imagen de la barquilla como señal de triunfo.
Por eso cuando Ronderos citó la frase “Jefatura de la Nada” tiene razón porque el otro grupo que exhibe la consiga de la verdad institucional debe aterrizar para entender que pelear con sombras es lo más contradictorio en una sociedad políticamente atrofiada y donde cada quien juega a sus ventajas.
Sin dudas que el otro grupo si hubiese tenido las mismas ventajas habría pegado las manos a las armas del juego picaresco para ganar una disputa que por ahora solo tiene un solo ganador.
Solo queda continuar viendo la pelea a cuchillo entre dos bandos políticos que tienen sus espacios políticos, pero uno solo tiene el derecho de usar la tarjeta y los símbolos del partido del pueblo.
Así son las cosas y los que hacemos crónicas políticas vemos el ventajismo como una fórmula que priva en cualquier contienda donde se dispute el manejo del poder político.
Encíclica/ManuelAvila