El francés Arnaud Démare (Groupama FDJ) no faltó a la cita de los velocistas y dejó claro que es el más rápido del Giro firmando el triplete en la decimotercera etapa disputada entre Sanremo y Cuneo, con un recorrido de 150 km, en la que Juan Pedro López (Trek Segafredo) aseguró los 10 días con la maglia rosa de líder.
Se cumplió el pronóstico de «etapa para el esprint» y Démare (Beauvais, 30 años) se mostró intratable en la recta de Cuneo, donde resistió los ataques de todos sus rivales para levantar los brazos por tercera vez en la presente edición y reforzar la «maglia ciclamino», ese color morado para el líder por puntos.
El corredor galo marcó un tiempo de 3h.18.16, a una media de 45,3 km/hora, el mismo que el alemán Phil Bauhaus (Bahraian), el británico Mark Cavendish (Quick Step) y el colombiano Fernando Gaviria (UAE Emirates).
Jornada de transición en el negociado de la general, aunque se cayó del cartel por enfermedad uno de los favoritos, el francés Romain Bardet, que era cuarto. Aguantó un día más de rosa Juan Pedro López, con 12 segundos sobre el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) y el portugués Joao Almeida (UAE Emirates). Mikel Landa ganó un puesto, ahora es sexto a 29 segundos.
🔻 LAST KM / STAGE 1️⃣3⃣
🇬🇧 Breakaway 🆚 Sprinters… who will come out victorious?
🇮🇹 Fuga 🆚 Velocisti… chi ne uscirà vincitore?
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— Giro d'Italia (@giroditalia) May 20, 2022
Retiro de Bardet
Era tal vez la última oportunidad para los velocistas, ya que la propicia decimoctava etapa llegará después de 3 jornadas de montaña y no quedarán todos, ni tan fuertes como ahora. Desde San Remo, ciudad de la música, de ciclismo clásico, turismo ….partió el pelotón para disputar una de las últimas etapas de transición.
Enseguida se marcharon 5 hombres: Prodhomme (AG2R-Citroen), Eenkhoorn (Jumbo Visma); Tagliani (Drone Hopper), Van den Berg (EF Education) y Maestri (EOLO-Kometa), todos ellos a un mundo en la general, por lo que el pelotón se relajó para perseguir a su ritmo, con la idea de que la diferencia tampoco pasara de los 6-7 minutos.
Ya de lejos Groupama, Israel, Quick Step y UAE se pusieron a compartir la persecución, mentalizados en que no podían dejar escapar una ocasión de oro para buscar la victoria al esprint. Por el alto de la Colle di Nava (3ª categoría, 10,1 km al 6,7 %), única dificultad del día, el cuarteto rebelde pasó con una ventaja de 6 minutos sobre el gran grupo, que alcanzó a Tagliani.
De ahí hasta Cuneo en descenso y perfil llano que invitaba a las altas velocidades. Ya no estaba en el Giro el francés Romain Bardet, cuarto de la general, quien enfermo, se subió al coche del equipo antes de afrontar el puerto. La carrera rosa elimina favoritos. «Supermán» López se bajó en la cuarta etapa, y el británico Simon Yates sigue en carrera, sin opción alguna.
Démare se mostró superior en el esprint
A 27 de meta, con el termómetro a más de 30 grados, el Quick Step pulsó el botón de alarma y todo el equipo se puso delante a más de 60 por hora, cortando el pelotón. Los fugitivos estaban poniendo en peligro el esprint con un adelanto de 3 minutos. El hachazo dejó en evidencia, precisamente, a Yates.
Había dudas. A 8 km el cuarteto tenía 1 minuto y a 4 km solo 30 segundos. Todos contra 4 para un final emocionante. Los cálculos se iban cumpliendo para la caza, a pesar de la resistencia del cuarteto, con Cuneo, símbolo de otra Resistencia, al alcance de la vista. Allí no se rindió nadie, pero lo inevitable llegó a apenas 600 metros de la línea.
El Groupama se desató para colocar a Démare, quien apareció para dejar claro quién es el más fuerte este año al esprint. No dio opción y se anotó su octava victoria en el Giro. Algo tiene esta zona de Italia para el francés, ganador de la Milán San Remo en 2016 y de la Milán Turín en 2020. La maglia ciclamino parece tener dueño.
Este sábado la decimocuarta etapa llevará al pelotón de Santena a Turín a través de 147 km de recorrido.