Los pescadores de las islas de Margarita y Coche se encuentran en total indefensión, a pesar que la pesca es considerada el tercer pilar económico del estado Nueva Esparta,
Los altos costos de los equipamientos de seguridad, vitales para la sobrevivencia en el mar, al igual que las artes de pesca, mantenimiento de sus “peñeros” -embarcaciones-, sin meter la gasolina, lubricantes, motores, el escamoteo de las autoridades y caveros que solo pagan US$ 0,80 por kilo de pescado arrimado a la playa, «cuando vamos a ver, no queda casi nada para llevarnos a la casa».
Este cuarto naufragio, en aguas de la isla de Margarita ocurrido el pasado sábado 6 de mayo, del peñero “Mi Niña Karina”, donde de los 3 trabajadores del mar, sólo uno sobrevivió al llegar nadando a la costa, otro falleció de hipotermia y el último de estos se encuentra desaparecido, deja al descubierto la tragedia que viven estos emprendedores, que con sus embarcaciones se lanzan al mar a traer la pesca con los que surten los mercados de Venezuela y la Isla, arriesgando su propia vida al buscar el sustento de sus familias.
La solidaridad frente a la tragedia
De acuerdo a la versión que diera el único sobreviviente de la tragedia, Carlos Martínez, “una vez que la ola nos volteo y nos encontramos en al agua, vaciamos las pimpinas de gasolina, las cerramos para convertirlas en flotadores que nos permitiera tener algo que nos sirviera de sostén en el agua”.
“Seguidamente nos planteamos nadar hasta la isla de Margarita, pero Carlos se echó para atrás y ante la disyuntiva de dejarlo solo, Jorge dijo que él se quedaba mientras yo retornaba con la ayuda”.
“Yo nade por más de 8 horas y llegue a La Isleta a las 9.30 de la noche e informe, armaron los botes y partieron a buscarlos y a mí me llevaron para el hospital y no supe más nada, hasta al día siguiente que me regresaron a la casa”.
Genis comentó que el dictamen del forense señala que murió de frio, hipotermia, porque no tenía agua en los pulmones.
No podemos comprar equipos de auxilio y salvamento
Genis Moreno, pescador artesanal de la Isleta, puerto de donde salió la embarcación “Mi Niña Karina”, al ser consultado sobre los equipos de salvamento, como salvavida, GPS, geolocalizadores, celulares que deben llevar a bordo de la embarcación, que ante cualquier situación imprevista puedan ser localizados para ir al rescate, dijo que los costos de dichos equipos son muy altos. «Apenas podemos pagar la gasolina a precio internacional para realizar una faena. Necesitamos 180 litros para adentrarnos a 30 millas».
“El gobierno solo nos entrega 120 litros cada 15 días, y eso se consume en dos salidas y tenemos que pagar un déficit de 60 litros a precio internacional, porque si no, no alcanza para el regreso”.
“A ello le tenemos que agregar el costo del aceite, el mantenimiento de los motores y el peñero, las artes de pesca, la carnada, los permisos y cuando llegamos con la pesca, nos enfrentamos a las autoridades que nos exigen mínimo el 10 por ciento de lo capturado y los caveros nos pagan solo 80 centavos de dólar por kilo, ni siquiera un dólar, ¿qué nos queda para la familia?”.
“Los días anteriores de la tragedia nos estaba yendo bien. Empezó a llegar la pesca, luego de meses de no capturar nada. Ese día los muchachos habían logrado capturar mil 200 kilos de pescado, cuando los embistió la ola y hundió la embarcación”.
“No sólo perdimos a mi hermano y a un sobrino, que es el verdadero dolor que sentimos, sino que somos 12 familias que dependíamos de ese bote y de sus motores, con el cual traíamos el sustento y ahora no sabemos cómo vamos a enfrentar el futuro, porque no tenemos para comprar otro y menos los motores”.
Las autoridades se negaron a traer el cadaver y nosotros tuvimos que trasladarlo en un peñero lleno de gente
En las labores de rescate, señala Moreno, no participaron las autoridades, sino en dos oportunidades, y menos nos entregaron un litro de gasolina para buscarlos. Alegaban que las embarcaciones no tenían combustible y que no tenían permisos de sus superiores para proceder a la búsqueda de los sobrevivientes o de los cuerpos.
“Nosotros mismos entre la familia, los pescadores, Arsenio Rodríguez, Luis Prieto, fueron los que nos facilitaron los botes, salieron con nosotros a buscarlos. Compramos la gasolina y estuvimos toda la semana buscándolos, hasta que por fin el viernes a las 4.30 de la tarde, hallaron un cuerpo en Playa la Punta, isla de Coche, en el momento que regresábamos para Margarita.
«Cuando llegamos pasamos la información a las autoridades y después de 4 horas llegaron revisaron el cadáver y nos dijeron que teníamos que llevarnos el cuerpo porque ellos no podían hacerlo.
«Le preguntamos porque y solo, alegaban que no podían. Por lo que tuvimos que subir el cuerpo de Jorge a la embarcación que nos habían prestado, con un solo motor y cargado de gente e iniciar la travesía hacia la Isla.
¿Cómo podemos llamar a esto? No somos ciudadanos
Las autoridades INEA, Capitanía de Puerto, ni el Ministerio Público nadie aparece. Ante la realidad insisten en que se evalue la situación de indefensión en que se encuentran los pescadores, porque en efecto están navegando sin protección, pero requieren apoyo para cumplir con todas las normas y más ayuda para faenar.
Notiespartano/GN