Los gobiernos de Estados Unidos, Panamá y Colombia anunciaron una iniciativa para poner fin a la migración irregular a través de la peligrosa jungla del Darién en un plazo de 60 días. En los últimos tres meses, cerca de 90.000 extranjeros han cruzado esta zona con rumbo a Norteamérica, lo que ha generado una creciente preocupación por la seguridad y el bienestar de estas personas.
En una reunión tripartita, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, se reunió con los titulares de Relaciones Exteriores y de Seguridad de Panamá y Colombia para discutir los mecanismos necesarios para acabar con el movimiento ilícito de personas y mercancías a través del Darién, tanto por corredores terrestres como marítimos.
Aunque no se dieron detalles sobre cómo se perseguirá este objetivo, los representantes de los tres países enfatizaron que el movimiento migratorio irregular “conduce a la muerte y a la explotación de personas vulnerables por ganancias significativas”.
Además, la iniciativa busca “abrir nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa a la migración irregular”, aunque tampoco se entró en detalles. Esta es la primera vez que los tres países plantean una iniciativa tan ambiciosa juntos en asuntos de seguridad.
87.390 migrantes en el primer trimestre
El flujo migratorio por el Darién ha aumentado considerablemente en los primeros meses del año en comparación con el 2022, cuando ya se registró un récord histórico con el tránsito de casi 250.000 extranjeros, principalmente venezolanos, haitianos y ecuatorianos. En el primer trimestre del 2023 ya habían cruzado el Darién 87.390 migrantes con rumbo a Norteamérica.
Este aumento también tiene lugar antes de la finalización del Título 42, una disposición puesta en vigor por la anterior administración del presidente Donald Trump al comienzo de la pandemia que restringe el ingreso de migrantes a Estados Unidos por la frontera sur.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que “debemos hacer mucho más todavía para prevenir este viaje peligroso, personas que ponen sus vidas en manos de traficantes y encaran muchos peligros“. En la reunión tripartita, los tres gobiernos también discutieron sobre el combate a las redes de tráfico y trata de personas y bienes en esa zona selvática y sin ley, así como enfrentar la pobreza o mejorar las condiciones en las comunidades fronterizas que lidian con el masivo flujo migratorio.
Por su parte, la canciller panameña, Janaina Tewaney Mencomo, dijo que los tres gobiernos buscan “un llamado de atención para la puesta en marcha de acciones regionales que logren atender de manera integral esta situación“. La iniciativa busca abordar la migración irregular en el Darién desde una perspectiva más amplia y coordinada, con el objetivo final de garantizar la seguridad y el bienestar de las personas involucradas en este fenómeno migratorio.
Notiespartano/Sumarium