Panamá anunció el despliegue de 300 militares en la selva del Darién, como parte de las instrucciones del presidente Nito Cortizo y el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino.
Pino recorrió el norte del río Membrillo, donde informó que debido al volumen de migrantes que están de paso, se ha reforzado la seguridad en diferentes comunidades de las áreas fronterizas.
El ministro expuso que estas medidas son por los últimos hechos delictivos contra los migrantes “hemos tenido la información que son grupos articulados entre Colombia y algunos panameños y extranjeros, también venezolanos que se han articulado para robar a estas personas”.
Por su parte, el director del Servicio Nacional de Fronteras, Oriel Fronteras, indicó que la medida es para llevar un control de la ruta migratoria, y estarán a la disposición más de 300 soldados en Tapón de Darién.
Prioridad
La crisis migratoria por las personas que atraviesan ilegalmente el Tapón del Darién debe ser una prioridad para los Gobiernos de Colombia y Venezuela, dijo este sábado el defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo.
Así lo expresó el funcionario a propósito de la reapertura de la frontera entre los dos países prevista por los dos Gobiernos para el próximo lunes.
«Aprovechando la reactivación de las relaciones con el hermano país de Venezuela, desde la Defensoría del Pueblo consideramos que esta crisis migratoria por el Urabá-Darién debe ser un tema prioritario en la agenda humanitaria», dijo Camargo.
El Tapón del Darién es la frontera natural entre Colombia y Panamá por la que pasan miles de migrantes y en los últimos años, en su mayoría, venezolanos, haitianos y cubanos, en su tránsito hacia Norteamérica.
Camargo recordó que el 69 % de la población que ahora está pasando por el Darién es venezolana, y el 15 % es menor de edad.
Las declaraciones de Camargo se produjeron luego de una reunión en la ciudad colombiana de Medellín con su homólogo de Panamá, Eduardo Leblanc, en la que hicieron seguimiento a la situación migratoria en la zona del Urabá-Darién.
El Tapón del Darién es una trampa mortal, coincidieron en señalar los Defensores de Colombia y Panamá, al advertir los graves peligros que deben enfrentar los migrantes, no solo por las difíciles condiciones y los peligros de la selva, sino por las acciones de los grupos armados y organizaciones criminales a los dos lados de la frontera.
Como prueba de ello se registran frecuentes casos de personas desaparecidas o muertas en ese recorrido, el último caso fue el asesinato de una niña de seis años.
Ante este escenario, las dos defensorías trabajan en la construcción de una alerta temprana binacional, con el fin de que los Estados puedan articular acciones para reducir los riesgos de la población en tránsito.
Notiespartano/AlNavio/Monitoreamos