En 2013, Khalid Bin Mohsen Shaari de Arabia Saudita se convirtió en el centro de atención mundial al ser declarado el hombre más pesado del mundo, con un peso de 610 kg. Su índice de masa corporal (IMC) era de 204, muy por encima del rango saludable de 19 a 25.
Inmovilizado por su peso, Khalid había permanecido en su casa durante dos años sin poder caminar. Al conocer su situación, el rey de Arabia Saudita intervino personalmente, ordenando que Khalid fuera trasladado a la capital para recibir atención médica especializada.
Después de someterse a varias cirugías, seguir dietas estrictas y participar en programas de rehabilitación física, Khalid logró perder más de 320 kg en solo seis meses. A pesar de este logro extraordinario, su peso inicial extremadamente alto aún le impedía caminar. Sin desanimarse, Khalid dedicó los siguientes cuatro años a continuar su arduo proceso de pérdida de peso.
Para el año 2017, Khalid había alcanzado un logro extraordinario: perdió un total de 542 kg y llegó a pesar 68 kg, marcando la mayor pérdida de peso registrada en la historia.
Hoy en día, Khalid puede caminar nuevamente. Su corazón y pulmones se han fortalecido significativamente, recuperando así una gran parte de su salud y movilidad.
La historia de Khalid no solo es un testimonio de su increíble fuerza de voluntad y perseverancia, sino también un recordatorio del impacto positivo que pueden tener el apoyo y la intervención médica adecuada en la vida de una persona.
Notiespartano/800Noticias