Acción Democrática solicitó abiertamente financiamiento y favores a Estados Unidos durante la gestión de Henry Ramos Allup como jefe del partido, en la primera década de los 2000.
Información compartida por El País, detalla que el entonces vicepresidente de AD, Víctor Bolívar, y otros directivos de partido convocaron a funcionarios norteamericanos para llevar a cabo las reuniones, según un cable de la embajada norteamericana en Caracas.
“Cuando los funcionarios norteamericanos trataron de cambiar el tema de la conversación, para evitar pronunciarse sobre tan comprometedora reclamación, los políticos venezolanos reiteraron la demanda en inglés” plasma el texto.
«Imaginando que el consejero político (de la embajada) no les había entendido, Bolívar y sus compañeros repitieron la misma petición, detalladamente, en inglés», escribió el exembajador William Brownfield, en el 2006.
Asimismo, se menciona que “cuando la petición fracasaba con un funcionario, era planteada a otro…. Pedro Pablo Alcántara, otro cargo del partido, visitaba la embajada frecuentemente con peticiones de visados, becas para amigos, etc.»
Elecciones del 2012
Con respecto a los comicios del 2012, el reporte agregó que “AD y el resto de las formaciones opositoras trataban de ponerse de acuerdo sobre una candidatura única en las presidenciales de ese año para tratar de derrotar a Hugo Chávez”. El cable donde se recogen los requerimientos económicos de AD cuestiona a Henry Ramos Allup, quien fuese en su momento secretario general de la histórica formación venezolana, a quien se imputa haber abogado por una abstención electoral que, en el año 2005, permitió a Chávez copar la Asamblea Nacional.
“Llegó a ser firme defensor de la abstención electoral del año 2005, cuyas consecuencias marcaron la legislatura: el oficialismo obtuvo la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional y aprobó todos los proyectos de ley e iniciativas enviadas por el ejecutivo”, plasmó el reporte.
«El principal problema de Acción Democrática tiene un nombre: Henry Ramos», afirma el despacho de la representación estadounidense.
«El principal partido de la oposición en Venezuela se dirige hacia ninguna parte. Su líder, Henry Ramos, no tiene imaginación, es fanfarrón e, incluso, repelente. En lugar de buscar la unidad (contra Chávez) insulta a los representantes de los otros partidos», escribió Browfield en ese momento.
En 2009, el Encargado de Negocios de la embajada americana, John Caulfield, redactó un informe sobre la reunión mantenida por el consejero político de la embajada con varios opositores, entre ellos Víctor Bolívar.
El dirigente de AD habría dicho al funcionario norteamericano que estaba “tratando de convencer a Ramos Allup sobre la conveniencia de una «renovación» del partido y la retirada de la vieja guardia”, desacreditada ante la opinión pública.
Según Bolívar, “el secretario general de AD, fue reacio a sacrificar su hegemonía sobre el partido». Estados Unidos fomentaba la unidad de las fuerzas opositoras en Venezuela a fin de poder presentar una candidatura única susceptible de batir a Chávez.
La legación norteamericana cargó también contra el carácter del exjefe de AD: «Henry Ramos es grosero, brusco, arrogante y susceptible. Su estilo no es muy diferente al de Chávez. En una reunión con el director de la oficina de asuntos andinos, Phillip French, golpeó la mesa con los puños mencionando el nombre de sus oponentes… Su mezquindad se extiende a sus rivales dentro del partido».
Destacaron que durante ese periodo, Ramos Allup en lugar de seducir a los votantes, su principal «estrategia era intentar conseguir la ayuda de la comunidad internacional y entrevistas periodísticas a conveniencia.
Traducido a votos, sin embargo, su partido ha sido desbordado por otras formaciones, más actualizadas en sus planteamientos con las demandas sociales, según los analistas.
Panorama reciente
Recientemente, en un panorama distinto de la oposición venezolana y el ejecutivo norteamericano, se reveló que en 2020 el exmandatario republicano Donald Trump propuso a los líderes de la oposición de Venezuela matar al presidente Nicolás Maduro, informó Europa Press citando un libro del exfuncionario estadounidense, Mark Esper.
De acuerdo con la información, el expresidente Trump puso sobre la mesa dicha propuesta el 5 de febrero de dicho año, durante una reunión que mantuvo en Washington con los opositores venezolanos Juan Guaidó, Julio Borges, Carlos Vecchio y Mauricio Claver-Carone.
«¿Qué pasaría si el Ejército estadounidense bajara y se deshiciera de Maduro?», planteó Trump, según Esper, quien considera que el exjefe de Estado «estaba poniendo a prueba a Guaidó». Ante esa posibilidad, el político venezolano respondió diciendo: «Por supuesto nosotros siempre daremos la bienvenida a la ayuda de Estados Unidos».
Quienes se encontraban en la reunión consideraron que la invasión militar directa de EEUU era preferible, debido a que una invasión desde Colombia «sería complicada».
«Sin embargo, Guaidó y Claver-Carone manejaron una operación especial mercenaria» similar al asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, durante un ataque de exmilitares colombianos.
Trump cuestionó al político opositor venezolano porque fueron a pedir «que soldados de EEUU invadieran» el país suramericano, y es por eso que el inquilino de la Casa Blanca «siempre pensó que Guaidó era ‘débil’, incapaz de sustituir a Maduro, a quien veía como ‘fuerte'», escribió Esper.
Guaidó, Borges y Vecchio sostuvieron que «sería más fácil y rápido sí Estados Unidos lo hiciera» por ellos.
Notiespartano/ElUniversal/ElPaís/RT