Una nueva vacuna contra el COVID-19, adaptada a la variante Ómicron, que es la dominante en el mundo en la actualidad, se aprobó hace unos días en el Reino Unido. La nueva versión del inmunizante contra el coronavirus aprobada es la desarrollada por el laboratorio Moderna.
Las dosis del nuevo refuerzo serán bivalentes, esto significa que estarán destinadas tanto al virus original del COVID-19 que se detectó en 2019 en Wuhan, China, como a la variante Ómicron identificada por primera vez en Sudáfrica, en noviembre de 2021.
Esta adaptación fue necesaria porque el virus SARS-CoV-2 fue mutando desde los primeros contagios en los inicios de la pandemia, y ha evolucionado de tal manera como para evadir la respuesta inmune que las personas han desarrollado gracias a la vacunación y, en algunos casos, a la protección dada por infecciones previas.
En los Estados Unidos, las farmacéuticas Pfizer y Moderna le solicitaron esta semana a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que autorizara sus versiones modificadas de la vacuna de refuerzo. Estas dosis incluyen la fórmula original y la nueva, rediseñada para dar protección contra las subvariantes de Ómicron BA.1, BA.4 y la BA.5.
La FDA solicitó los datos de los estudios científicos a finales de junio, y ahora está evaluando las nuevas fórmulas. Se prevé que la agencia regulatoria pronto emita una decisión. El Gobierno del presidente Joe Biden espera que los refuerzos actualizados puedan ayudar a contrarrestar un posible aumento invernal del COVID-19.
Tras la aprobación de las dosis rediseñadas en Reino Unido, Steve Barclay, secretario de Salud británico, afirmó que “las vacunas siguen siendo nuestra mejor defensa contra el coronavirus, y esta vacuna segura y eficaz ampliará la inmunidad y mejorará potencialmente la protección contra las nuevas variantes a medida que aprendamos a vivir con este virus”.
¿Por qué las nuevas vacunas COVID son necesarias?
La subvariante BA.5 de Ómicron es actualmente la dominante en casi todas las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos y en gran parte del mundo.
Las vacunas que se aplican actualmente en todos los países están diseñadas para la variante del coronavirus que empezó a circular en los primeros meses de 2020. Y aunque esas vacunas siguen ofreciendo una fuerte protección contra enfermarse grave y la muerte por COVID-19, son menos eficaces contra Ómicron y sus sublinajes.
Los expertos anticipan que la subvariante BA.5 aún estará circulando cuando llegue el invierno en el hemisferio norte, por lo que las vacunas combinadas serán una buena opción para frenar la propagación del virus.
La FDA utilizará los datos de las pruebas en humanos de las dosis modificadas para Ómicron BA.1, y las pruebas en ratones de la versión para BA.5, para decidir si la última actualización estimula lo suficiente los anticuerpos que combaten el virus como para justificar otra inyección.
Notiespartano/800Noticias