El gobierno de Rusia acusó este viernes (10.03.2023) a los países occidentales de estar detrás de las manifestaciones en Georgia, a las que calificó como un intento de golpe de Estado.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, trazó un paralelo con la revuelta ucraniana de 2014, llamada de Maidán, que Moscú considera un golpe de Estado orquestado por Occidente.
«Esto se parece mucho a Maidán en Kiev», dijo Lavrov en la televisión rusa.
Desde hace días, Georgia, antigua república soviética del Cáucaso, se ha visto sacudida por manifestaciones contra un proyecto de ley inspirado, según sus detractores, en una norma existente en Rusia y que el Kremlin utiliza para reprimir a sus críticos.
Para Lavrov el proyecto de ley georgiano sobre los «agentes del extranjero» ha sido sólo un «pretexto para lanzar un intento de cambio de régimen por la fuerza».
Más temprano, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se refirió a una declaración realizada el jueves desde Nueva York por la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili.
La presidenta, prooccidental y con poderes limitados, tomó distancia del gobierno y expresó su apoyo a los opositores movilizados contra esa iniciativa.
Según Peskov, el hecho de que hablara desde Estados Unidos es una señal de que «la mano visible de alguien está tratando de provocar un sentimiento antirruso» en Georgia.
Todavía desde Nueva York, la presidenta acusó a Rusia de atacar y ocupar territorios de países soberanos desde «hace más de dos siglos» y subrayó que «lo importante es lo que quiso decir la población georgiana».
«Georgia soberana e independiente»
«Ya tenemos tropas rusas en nuestro territorio (…) y esto no ha impedido que Georgia se mantenga independiente y siga su camino hacia Europa«, dijo a la cadena LCI Zurabishvili, indicando que es «la única vía que existe para una Georgia soberana e independiente».
Ante esta movilización, de marcado carácter proeuropeo, el gobierno de Tiflis reprimió primero las manifestaciones, pero el jueves anunció el abandono del proyecto de ley, que este viernes fue revocado por el Parlamento georgiano tras haber sido aprobado en primera lectura.
Cientos de opositores se congregaron de nuevo el viernes ante el Parlamento en un ambiente festivo bajo el lema «Somos Europa» y «victoria».
El expresidente del país, Mijaíl Saakashvili, encarcelado desde finales de 2021, celebró la «resistencia» de los manifestantes ante la «fuerza brutal que se usa contra ellos».
Decenas de miles de georgianos temen que su gobierno se aleje del objetivo de unirse a la Unión Europea, y en lugar de eso se acerque a Rusia y adopte un giro autoritario.
El país, de cuatro millones de habitantes y candidato a integrarse a la UE, sigue marcado por la breve guerra librada y perdida contra Rusia en agosto de 2008.
Rusia apadrina dos regiones separatistas en Georgia, Abjasia y Osetia del Sur, de las que reconoció su independencia tras la guerra de 2008.
Notiespartano/DW.com/TheMoscowTimes/AFP