Olexiy Reznikov, ministro de Defensa de Ucrania, aseguró este domingo (05.02.2023) que renunciará a su puesto si así lo decide el presidente del país, Volodimir Zelenski, y prometió entregar todo su respaldo a un eventual sucesor, en medio de fuertes rumores sobre su próximo relevo en medio de investigaciones por corrupción en ese ministerio, que ya le costaron el cargo al viceministro Viacheslav Shapovalov.
«Ningún funcionario está en su cargo para siempre. La decisión compete al presidente y comandante supremo», sostuvo Reznikov en una comparecencia ante los medios. El ministro de Defensa aseguró asimismo que, en caso de destitución, brindará «asesoramiento» a quien le suceda y se pondrá a su disposición para «todos los protocolos de actuación».
Reznikov reiteró además su compromiso con facilitar una investigación en profundidad acerca de los casos de corrupción revelados en los últimos días en su ministerio. «Hemos iniciado una auditoría interna”, precisó Reznikov. El viernes, la Oficina Estatal de Investigaciones detuvo a cinco personas, acusadas a estar implicadas en el presunto fraude relacionado con el aprovisionamiento de las tropas que combaten a los invasores rusos: se compraba comida a precios inflados, una trama de la que habría estado enterado Shapovalov.
¿A Justicia?
Las declaraciones del ministro se conocen poco después de que el portal «Ukrayinska Pravda» asegurara que Reznikov, de 56 años, será relevado de su cargo la próxima semana. Otro portal, «Unian», añadía que probablemente Reznikov pase al Ministerio de Justicia y que el nuevo titular de Defensa será el jefe de la inteligencia ucraniana, Kirill Budanov, de 37 años.
«Mi especialización como abogado me permite ser optimista respecto a que podré encontrar un proyecto interesante que nos permita no solo ganar la guerra, sino también castigar a los dirigentes militares y políticos de la Federación Rusa”, agregó Reznikov.
Desde la administración de Zelenski se han sucedido en los últimos días los relevos de cargos, detenciones y registros de propiedades. Kiev se ha comprometido a llevar adelante una rígida línea de «tolerancia cero» hacia la corrupción, uno de los puntos esenciales requeridos por Bruselas a ese país, que el año pasado logró su reconocimiento como aspirante a ingresar en la UE.