El discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, durante el desfile militar en Moscú el 9 de mayo muestra que su confianza en la guerra contra Ucrania se tambalea, dice el ex primer ministro ruso Mikhail Kasyanov en una entrevista con DW. Kasyanov, que estuvo al frente del gobierno de 2000 a 2004, fue un antiguo aliado de Putin, pero después se convirtió en un rival político y ahora vive en el exilio.
«La reacción del señor Putin y su discurso fue absolutamente floja», añade Kasyanov, describiendo el comportamiento de Putin como «un tanto nervioso» durante el desfile del Día de la Victoria. Kasyanov agregó que cree que Putin «ya ha empezado a darse cuenta de que está perdiendo esta guerra».
También está de acuerdo con la creencia, expresada por algunos analistas, de que el círculo íntimo de Putin no le está proporcionando al líder ruso una imagen exacta y completa de la situación por temor a darle malas noticias. «Estoy seguro de que fue engañado», cree Kasyanov, y agrega: «creía que su ejército [estaba] en buena forma» y que la invasión tomaría muy poco tiempo.
Pero con Rusia experimentando numerosas derrotas en el campo de batalla, Kasyanov advirtió que Putin probablemente buscará llevar el conflicto a una nueva fase. «Ahora estamos llegando a otra etapa» en la que la rivalidad se extiende al «potencial económico, potencial militar», explica. Y señala que la decisión de los países occidentales de enviar armas pesadas a Ucrania le da a Kiev «una ventaja decisiva» en el corto plazo.
Cuando se le preguntó cómo ve a Putin en comparación con cuando trabajaba con él, observa un cambio drástico. «Trabajé con él hace 20 años. Era una persona completamente diferente. Era una situación completamente diferente en ese momento», explica. «Teníamos un parlamento, un parlamento independiente, teníamos medios independientes, teníamos un poder judicial. Hoy es un mundo completamente diferente».
«El señor Putin destruyó todas las características del estado democrático y ahora solo queda un régimen absolutamente autoritario que avanza gradualmente hacia uno totalitario», concluye Kasyanov.