Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, inicia este domingo una nueva era política que promete transformaciones de fondo en un país inequitativo y acosado por la violencia del narcotráfico.
Este domingo 7 de agosto se dio inicio a la toma de posesión del presidente electo, Gustavo Petro, en donde asisten más de 100.000 personas.
Entre los invitados internacionales que presenciarán el ascenso de Gustavo Petro destacaron los presidentes de Chile, Argentina, Paraguay, Honduras: Gabriel Boric, Alberto Fernández, Mario Abdo Benítez y Xiomara Castro, así como también el rey Felipe VI de España.
También destacan entre los asistentes a la investidura el Secretario Ejecutivo Interino de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Mario Cimoli, y el Secretario General Iberoamericano (SEGIB), Andrés Allamand.
Asimismo, están presentes al menos 1.000 artistas de distintas regiones de la nación neogranadina como: Los Gaiteros de San Jacinto, Nidia Góngora, Adriana Lucía, el Ballet Nacional de Colombia, entre otros.
El evento se realiza en la plaza de Bolívar de Bogotá, aunque también habrá celebraciones paralelas y concentraciones en varias calles y parques de la capital colombiana para recibir al nuevo mandatario que residirá en la Casa de Nariño.
Gustavo Petro es investido como primer Presidente de izquierda en la historia de Colombia
«Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia», dijo el exsenador y exguerrillero de 62 años ante el jefe del Congreso en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá hace minutos.
La primera orden que dio fue a Casa Militar para que le llevara la espada de Simón Bolívar para exponerla al pueblo.
Primer presidente izquierdista de Colombia
El exsenador de 62 años, que hace tres décadas dejó la rebelión armada, tomará juramento hacia las 03:00 pm locales (08:00 GMT), frente a una nutrida delegación de invitados internacionales, destacó AFP.
Petro, que sucederá en el poder al impopular Iván Duque, gobernará por cuatro años un país de 50 millones de habitantes que por primera vez ingresará a la órbita de la izquierda en la región, y que podría consolidarse con el probable regreso de Lula al poder en Brasil.
«Va a comenzar el primer gobierno que esperamos sea de la paz. Que pueda traerle a Colombia lo que no ha tenido durante siglos y es la tranquilidad y la paz. Aquí inicia un gobierno que luchará por la justicia ambiental», dijo Petro el sábado en un acto en Bogotá.
El que fuera el líder de la oposición en las últimas dos décadas asume con una batería de reformas en mente y las expectativas a cuestas de la mitad del país que votó por él en el balotaje del 19 de junio.
Junto a Petro será investida la ambientalista Francia Márquez (40) como la primera vicepresidente afro de una nación que históricamente estuvo gobernada por élites de hombres blancos.
Colombia se adentra así en un período de cambios, con un izquierdista al mando, un Congreso a su favor y una oposición debilitada tras el declive del exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010), el jefe de la derecha.
Petro parte de una «posición envidiable, con una mayoría amplia en el Congreso y, en términos de la calle, cuenta con un apoyo que no tuvo antes ningún gobierno en los últimos años», señala a la AFP el analista Jorge Restrepo del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac).
Primeros cambios
Petro armó un gabinete de diversas tendencias, con las mujeres al frente de varias carteras y la misión de sacar adelante reformas que comenzarán su curso legislativo el lunes.
Entre ellas está el proyecto que elevará los impuestos a los más ricos, afinará el recaudo y grabará las bebidas azucaradas, en busca de recursos para planes sociales.
«El nivel de endeudamiento y de déficit fiscal que encontramos para el próximo cuatrienio es crítico», aseguró Daniel Rojas, uno de los coordinadores de la comisión de empalme con el gobierno de Duque.
Aun así, Petro se ha propuesto recortar la brecha entre ricos y pobres, una de las más amplias del continente junto a la de Brasil, con mayor acceso al crédito, subsidios y la educación pública.
Después de los estragos de la pandemia, la economía recupera su crecimiento aunque la inflación, que alcanzó en julio el 10,2% en la variación interanual, el desempleo (11,7%) y la pobreza que castiga al 39% de la población nublan el panorama.
«La gente espera que se den de manera temprana algunos de los cambios que se prometieron en campaña, lo que sumado a la situación económica (…) genera un ambiente de tensión», apunta Patricia Muñoz, politóloga de la Universidad Javeriana.
En el frente internacional, Petro reactivará las relaciones diplomáticas y comerciales con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, rotas desde 2019, y buscará apoyo y sede para retomar conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en el país.
Diálogos de vuelta
Si bien el acuerdo de paz con las FARC, la otrora organización armada de ultraizquierda, mermó la violencia, Colombia todavía no logra extinguir el último conflicto armado interno del continente.
Además del ELN, poderosas bandas del narco como el Clan del Golfo, que encabezaba el capo ‘Otoniel’, extraditado este año a Estados Unidos, imponen su ley en varias zonas del país.
Las disidencias que se marginaron del pacto de paz también desafían al Estado gracias a los recursos de la minería ilegal y principalmente del narcotráfico.
Petro recibe además un país con la mayor producción mundial de cocaína, ante lo cual ha propuesto replantear la fallida política de prohibición de las drogas en conjunto con Estados Unidos, el principal consumidor del derivado de la hoja de coca.
Junto con la invitación al diálogo al ELN, Petro propondrá a los grupos armados someterse a cambio de beneficios penales, al tiempo que reformará o disolverá la fuerza policial antidisturbios implicada en violaciones de derechos humanos durante la represión de las masivas protestas de los últimos años.
También «vamos a ver un cambio lento en las fuerzas militares, (…) pero creo que podemos descartar algún tipo de malestar público, insurrección, huelga de brazos caídos o baja de la actividad operacional», señala el analista del Cerac.
Así fue la toma de juramento del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, ante el presidente del Senado, Roy Barreras https://t.co/CXyaotioAD pic.twitter.com/Nc1kLWjjwH
— NTN24 (@NTN24) August 7, 2022
Notiespartano/Portales