Peter Pellegrini, uno de los políticos más populares de Eslovaquia, aspira este sábado a ganar las elecciones presidenciales como candidato del Gobierno populista y cercano al húngaro Orbán, y defendiendo que se negocie con Rusia el fin de la guerra y se deje de apoyar militarmente a Ucrania.
Pese a su popularidad, el hasta ahora presidente del Parlamento quedó segundo hace dos semanas en la primera vuelta electoral tras el liberal y europeísta Ivan Korcok.
Por eso, Pellegrini ha intensificado aún más su discurso sobre una «paz» en Ucrania, para tratar de atraer a los votantes de Stefan Harabin, que quedó tercero hace dos semanas con un mensaje anti-OTAN y de neutralidad en política exterior.
«Nunca permitiría que un soldado eslovaco entre en Ucrania. Hay que hacer todo lo posible para que la gente no se mate entre ellos, en ambos lados», dijo Pellegrini en el último debate televisivo sobre la guerra provocada por la invasión rusa.
De momento, la encuestas dicen que Pellegrini ha logrado atraer la mayoría del voto de Harabin, lo que podría ser decisivo el sábado para la cita en las urnas, a la que él y Korcok acuden empatados en intención de voto.
Pellegrini es líder de Hlas (La Voz), el partido que forma Gobierno con el Smer de Robert Fico, el populista primer ministro, y con el ultranacionalista SNS.
Tanto Smer como Hlas han sido suspendidos del grupo de los socialdemócratas europeos por ese pacto con los ultras.
Korcok advirtió de que si gana Pellegrini no habrá contrapeso al Gobierno de Fico, muy cercano al ultranacionalista húngaro Viktor Orbán, y que mantiene posturas prorrusas y antiinmigración.
Pellegrini se formó políticamente bajo la tutela de Fico y, después de ser asistente parlamentario y luego diputado, su carrera política ganó impulso en 2014, cuando comenzó a asumir papeles importantes dentro del Smer y del Gobierno.
En 2018, Fico le cedió el puesto de primer ministro cuando se vio obligado a dimitir por la indignación popular ante el asesinato de Ján Kuciak, un periodista que investigaba los vínculos entre el crimen organizado y el poder político.
Pellegrini fundó en 2020 su propio partido político, buscando distanciarse de Fico, al que entonces se consideraba acabado políticamente.
De hecho, la principal crítica que recibe es que no ha logrado desvincularse de la figura de Fico y se duda de si, como jefe del Estado, será capaz de poner coto a algunas de las reformas del Ejecutivo que vulneren el Estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
En política exterior, Pellegrini suscribe las tesis del actual Gobierno, que dejó de ayudar militarmente a Kiev y aboga por una negociación con Rusia, aún a costa de que Ucrania tenga que renunciar al territorio ocupado por Moscú.
También rechaza la entrada de Ucrania en la OTAN.
En temas sociales, rechaza las uniones civiles del mismo sexo, en un país donde la definición de matrimonio como un enlace entre un hombre y una mujer está incluido en la Carta Magna.
Notiespartano/EFE/gm-as/cg