La ciudad de Buenos Aires amaneció este miércoles con largas filas en las paradas de autobuses, el único medio de transporte que opera en la capital argentina a causa de una huelga de 24 horas que afecta a los aviones, trenes, metro capitalino (Subte) y taxis.
«Me he coordinado con un vecino para ir a trabajar en su auto», explica a EFE Erika, una mujer que vive en un suburbio capitalino y va cada día a trabajar al centro de la capital, lo que supone, en su caso, recorrer más de 20 kilómetros.
Quienes han podido organizarse con allegados están llegando a sus puestos de trabajo, pero aquellos que dependen del transporte público ferroviario y viven en las periferias están atravesando dificultades para llegar a su destino.
Por esa razón muchos trabajadores no han acudido a sus puestos, según han confirmado a EFE varios afectados.
«La gente que vive lejos y no tiene auto se está quedando en casa, no está yendo a trabajar. Sin trenes no se accede a la capital», afirmó un ciudadano porteño.
En la ciudad de Buenos Aires solo operan los autobuses urbanos (colectivos), por eso las filas desde la madrugada está siendo la nota dominante en esta jornada de huelga, a la que mañana se sumarán los conductores de autobuses si no alcanzan antes un acuerdo con las autoridades.
Los huelguistas piden salarios dignos, mejoras laborales y, sobre todo, protestan contra los recortes del Gobierno de Javier Milei.
El cotitular de la Central General de Trabajadores (CGT) y secretario general del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, manifestó el martes que este paro «va a ser el inicio de algo mucho más importante», en declaraciones a la emisora AM750.
Notiespartano/efe