Hay varios métodos para la depilación de la zona íntima y lo indicado es que cada persona elija el que mejor se adapte a lo que busca. En general, hay que procurar que el proceso no resulte muy doloroso ni que genere irritaciones u otros problemas.
De hecho, en la medida de lo posible, la depilación no debe ser total, pues los vellos en esta zona cumplen una función de barrera protectora. Por lo tanto, carecer de ellos por completo aumenta el riesgo de infecciones u otras enfermedades vaginales.
Es un hecho que depilar esta área es un poco más complejo. El procedimiento puede ser incómodo y, a veces, deja consecuencias desagradables. Por tanto, es conveniente conocer las diferentes opciones y cómo aplicarlas de forma adecuada.
La depilación de la zona íntima
Uno de los factores que hace complicada la depilación de la zona íntima es que la piel de esta área es más sensible que en otras partes del cuerpo. Por eso, no es raro que al retirar el vello se produzcan irritaciones, alergias o picores.
A esto se suma el hecho de que existen varios mitos al respecto. Algunos piensan que la ausencia de vello es sinónimo de limpieza y pulcritud, cuando no es así. Como ya lo mencionábamos, en el caso de las mujeres, estos actúan como protectores.
Una depilación incorrecta puede generar problemas muy molestos, como el enquistamiento de los vellos. Esto ocurre cuando el vello no logra brotar hacia afuera y entonces lo hace hacia adentro, lo que da lugar a un quiste.
En cualquier caso, cada método de depilación de la zona íntima tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Los más usuales son tres; con cera, con crema o con afeitadora. Sobre cada uno de ellos hablaremos a continuación.
1. Depilación de la zona íntima con cera
La depilación de la zona íntima se puede hacer con cera caliente o fría. Este es el método más popular, ya que permite arrancar el vello de raíz. Gracias a esto, el efecto logra mantenerse hasta por cuatro semanas.
Por contrapartida, se trata de un método que llega a ser doloroso; incluso, provoca irritaciones en ciertos tipos de piel. Tanto en el caso de la cera caliente como de la fría, lo indicado es hacerse una exfoliación tres días antes para eliminar las células muertas y prevenir los vellos encarnados.
Depilación con cera caliente
Antes de aplica este método es importante tener bien limpia y seca el área del pubis. La cera se debe calentar teniendo cuidado de que no tome una temperatura tan alta que termine quemando la piel. Tampoco debe estar muy fría, porque así va a generar más dolor.
Una vez que la cera esté derretida, debe esparcirse sobre la piel. Es importante ayudarse con un espejo para controlar todo el proceso. El producto se debe colocar en el mismo sentido en el que crece el vello. Después, hay que dejar enfriar por unos minutos y retirarla tirando del sentido contrario.
La cera restante no debe reutilizarse para evitar infecciones. Al terminar el proceso, conviene aplicarse crema hidratante y evitar la exposición al sol del área depilada durante las siguientes 24 horas.
Depilación con cera fría
Este método es más doloroso, pero también garantiza los efectos por más tiempo. La depilación con cera fría es más eficaz cuando los vellos son cortos. Se debe hacer de afuera hacia adentro y de arriba hacia abajo. Los pasos son los siguientes:
- Colocar la banda de cera fría, en la misma dirección en la que crece el vello.
- Tensar la piel que queda por encima de la banda.
- Halar la banda con vigor, en la dirección contraria al crecimiento del vello. No se debe hacer poco a poco, sino de una sola vez.
- Repetir hasta eliminar todo el vello.
- Aplicar crema hidratante.
2. Crema depilatoria
Otro método para la depilación de la zona íntima es el uso de la crema depilatoria. Es la opción que menos genera dolor, por lo cual se indica para las personas de piel muy sensible. Sin embargo, los efectos solo van a durar un par de días.
En definitiva, es el método más rápido y menos agresivo, pero también el de menor duración. Lo más adecuado es hacerse una prueba antes de utilizar este tipo de crema.
Solo es necesario aplicarse un poco en el antebrazo y esperar 24 horas para verificar que no haya ninguna reacción. La forma correcta de realizar el procedimiento es la siguiente:
- Limpiar la zona con agua y jabón para eliminar las impurezas. Secar bien.
- Recortar los vellos para que no queden de una longitud superior a medio centímetro, para facilitar la depilación.
- Aplicar la crema en el área elegida. La película debe ser fina, pero en cantidad suficiente para que cubra la base del vello.
- Esperar unos minutos a que el producto actúe, según las instrucciones del producto.
- Enjuagar muy bien, hasta retirar el producto por completo.
- Aplicarse crema hidratante para evitar irritaciones.
3. Afeitadora
La depilación de la zona íntima con afeitadora también es muy común. Presenta ventajas y desventajas similares a las de la crema para depilar. Por un lado, es un método práctico e indoloro. Por el otro, sus resultados duran muy poco.
Además, en este caso, existe el riesgo de cortes o heridas durante el proceso. Se puede emplear una afeitadora manual o una eléctrica. Veamos las características de cada una.
Afeitadora manual
Como en los demás casos, lo adecuado es lavar la zona con agua y jabón para después secarla muy bien. Lo demás solo requiere de unas acciones muy sencillas:
- Aplicar gel o crema de afeitar en la zona púbica. Esto es fundamental para evitar irritaciones y prevenir accidentes.
- Pasar el rastrillo por la zona que se quiere depilar, en el mismo sentido del crecimiento del vello.
- Hidratar de forma continua. Cada vez que se pase el rastrillo, se debe dejar caer agua sobre la zona. Lo ideal es hacerlo durante la ducha.
- Aplicar crema hidratante al terminar.
Afeitadora eléctrica
Este tipo de máquinas eliminan los vellos de raíz, uno por uno. Lo hacen a través de un rodillo de pinzas. Por lo tanto, podría ser uno de los métodos más dolorosos. Por contrapartida, ofrece resultados muy buenos y duraderos.
El procedimiento con este método de depilación de la zona íntima es el siguiente:
- Exfoliar la zona con un día de anticipación. Esto ayuda a prevenir los vellos encarnados.
- Antes de depilar, bañarse la zona con agua caliente. De este modo, se abren los poros y el procedimiento es más sencillo.
- Estirar la piel con una mano y, con la otra, y pasar la máquina en el sentido contrario al del crecimiento del vello.
- Repetir si es necesario, hasta eliminar el vello por completo.
- Usar crema hidratante al final.
Otros consejos y recomendaciones
Lo más aconsejable es recortar el vello con unas tijeras antes de realizar la depilación de la zona íntima, excepto si se va a usar rasuradora eléctrica. En ese caso, el vello debe tener una longitud de al menos 3 milímetros para que se pueda realizar bien el procedimiento.
Si se emplea cera o cremas, es muy importante evitar que estas sustancias entren en contacto con los labios menores de la vagina o con la mucosa vaginal. En caso de que se opte por rasurado manual, se debe utilizar un rastrillo nuevo, de buena calidad y ojalá específico para las zonas íntimas.
La rasuradora eléctrica tiene la ventaja de que después de un tiempo de uso, el vello pierde su fuerza y se vuelve cada vez menos espeso. Con la rasuradora manual puede ocurrir lo contrario. Lo más aconsejable —en todos los métodos— es hidratar la piel al final, por ejemplo con un producto a base de aloe vera.
Recomendaciones finales
Existen otros métodos para la depilación de la zona íntima que prácticamente garantizan la eliminación del vello en esa área. En concreto, nos referimos a la fotodepilación y a la depilación láser. Sin embargo, hay que considerar el hecho de que en el caso de las mujeres no es conveniente la eliminación definitiva del vello.
Los hombres también pueden utilizar los métodos que se han expuesto, sin ningún problema. Para la depilación de los testículos se recomienda primero recortar el vello y luego emplear rasuradora manual o crema depilatoria.