
En homenaje al natalicio de José María Vargas, los médicos venezolanos conmemoran su día este 10 de marzo, reflejando la esencia de una vocación humanitaria en función de la vida de todos los seres humanos sin distinción de raza, credo ni clases sociales.
En el año 1955, la Federación Médica Venezolana aprobó el 10 de marzo como Día del Médico, para recordar el nacimiento del doctor José María Vargas, médico cirujano fundador de la Sociedad Médica de Caracas, cuyos restos reposan en el Panteón Nacional.
El Doctor Vargas participó en las luchas por la independencia, tanto así que asistió al Congreso Constituyente de 1830 que proclamó la independencia de nuestro país. Posteriormente fue Director General de Instrucción Pública (1839-1852) y falleció en 1854 en Nueva York.
En los últimos años esta importante celebración se ha visto mermada debido a las precarias condiciones que desde hace años ha denunciado el gremio en todo el país: falta de insumos, deteriorados servicios públicos y paupérrimos salarios son solo algunas de las denuncias expuestas al Estado en innumerables ocasiones.
Esta grave situación no solo pone en peligro la vida de los pacientes, sino que también ha llevado a una creciente deserción profesional, a la migración masiva de médicos y al colapso de muchos servicios de salud.
Sin embargo, pese a las dificultades, la profesión del médico es una de las más humanizadas donde prevalece la vocación de servicio, los profesionales de la salud dan muestras de su esfuerzo, nobleza y dedicación laboral que permite salvar vidas y aliviar el dolor de aquellas personas que necesitan de sus servicios.
notiespartano/versiónfinal