Las fuertes precipitaciones desatadas en la provincia central china de Hunan en los últimos días han provocado la muerte de un total de 30 personas, a las que hay que sumar 35 desaparecidos, según el último recuento oficial.
Las lluvias han impactado a más de 1,2 millones de residentes desde el jueves pasado, cuando el tifón Gaemi tocó tierra en el país asiático.
Los equipos de rescate continúan trabajando para encontrar a los desaparecidos con la ayuda de helicópteros que participan en las operaciones de rescate en ciudades como Zixing, una de las áreas más afectadas por las lluvias, recoge hoy la agencia estatal Xinhuaa.
Asimismo, las autoridades locales informaron de que el área de cultivos dañados por Gaemi ha alcanzado las 127.000 hectáreas y que un total de 96.500 personas han sido evacuadas a lugares seguros.
Entre el pasado viernes y el lunes, Zixing experimentó una precipitación media de 410 milímetros, alcanzando un máximo de 673,6 milímetros en algunas zonas, y registrando una intensidad máxima de 132,2 milímetros por hora.
Solo en la localidad de Yuelin en Hunan 15 personas perdieron la vida el pasado fin de semana como consecuencia de un corrimiento de tierra ocasionado por las fuertes precipitaciones.
Actualmente, la provincia, de un tamaño algo superior al de Uruguay y con unos 66 millones de habitantes, mantiene una respuesta de emergencia de nivel II para inundaciones y de nivel III para desastres geológicos.
Desde mediados de junio, Hunan ha sufrido las lluvias más fuertes del año, registrando récords históricos locales en algunas regiones.
En los últimos veranos, los desastres meteorológicos han causado estragos en el gigante asiático: los meses estivales de 2023 estuvieron marcados por inundaciones en Pekín que dejaron más de 30 muertos, mientras que, en 2022, diversas olas de calor extremo y sequías azotaron el centro y el este del país.
En julio de 2021, precipitaciones de una intensidad inédita en décadas dejaron casi 400 muertos en la provincia central de Henan, que el Ejecutivo chino achacó a una «falta de preparación y de percepción de riesgo» por parte de las autoridades locales.
Notiespartano/EFE