Cada vez más sismólogos están utilizando cables de fibra óptica para detectar ondas sísmicas en la Tierra, pero ¿cómo funcionaría esta tecnología en la Luna? ¿Podrían desentrañar los cables de fibra óptica los secretos de las actividades sísmicas de nuestro satélite? Esta pregunta central de un estudio reciente realizado por Wenbo Wu y colegas del Instituto Oceanográfico Woods Hole no es sólo teórica, podría portar luz a las enigmáticas capas del único satélite natural de la Tierra.
Y es que los científicos dependen cada vez más de los cables de fibra óptica para detectar la actividad sísmica y un nuevo trabajo publicado en la revista Seismological Research Letters sugiere que esta misma tecnología podría revolucionar nuestra comprensión de las misteriosas profundidades de la luna desplegando una red sísmica de fibra en la luna.
Desafíos a superar
Los investigadores han realizado experimentos con una red teórica utilizando sismogramas sintéticos a partir de datos obtenidos por sismómetros colocados en la superficie de la Luna de cara a todos los obstáculos que se deben superar para poder llevar a cabo con éxito este despliegue tecnológico en la Luna. Basándose en sus resultados, Wu y sus colegas dicen que una red sísmica de fibra podría identificar el tipo de ondas sísmicas que proporcionarían más información sobre la estructura profunda del núcleo de la Luna.
«Antes de un lanzamiento deben realizarse simulaciones numéricas sólidas de la propagación de las ondas», afirmó Wenbo Wu, autor principal del estudio. «Hacemos los deberes para descubrir si podemos obtener los datos y qué tipo de cosas podemos hacer con ellos».
Tenemos que remontarnos al legado de las misiones Apolo que, entre 1969 y 1976, instalaron cuatro sismómetros en la Luna. Estos instrumentos capturaron miles de actividades sísmicas, revelando terremotos lunares tanto superficiales como profundos e impactos de meteoritos. Pero estos datos dejaron muchas preguntas sin respuesta, como por ejemplo, el hecho de detectar tan pocos terremotos en la cara oculta de la Luna. Los terremotos lunares se acumulan en el lado más próximo, lo que sugiere alguna asimetría desconocida dentro de la Luna.
La sismología lunar se enfrenta a un desafío importante en forma de regolito, una capa porosa y fragmentada que cubre la superficie lunar. Este regolito impide las ondas sísmicas, particularmente las retardadas, cruciales para sondear las profundidades lunares, ya que son dispersadas por esta capa de escombros después de un terremoto lunar.
Notiespartano/800Noticias