La violencia estalló este jueves entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de las antiguas FARC, en la convulsa región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, donde se cobró la vida de por lo menos cuatro firmantes del acuerdo de paz.
En un principio, la Misión de la ONU en Colombia informó de cinco firmantes de paz asesinados, pero la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) señaló que son cuatro los excombatientes que, al parecer, fueron «sacados de sus viviendas y ejecutados» por guerrilleros del ELN.
«Los nombres e información confirmada son los siguientes: Pedro Rodríguez Mejía, Albeiro Díaz Franco, Jhon Fredy Carrascal y Juan Carlos Carvajalino. Expresamos condolencias a las familias de los firmantes que le seguían apostando a paz tras la firma del Acuerdo de Paz (2016)», agregó la ARN en un comunicado.
Sin embargo el partido Comunes, surgido de la desmovilización de las FARC, elevó a siete el número de firmantes de paz asesinados hoy, «sin contar con los líderes y lideresas que también están siendo perseguidos y asesinados», lo que no ha sido confirmado por ninguna autoridad.
«En casi todos los municipios del Catatumbo se vive la oleada de violencia, hay más de 20 personas asesinadas, hay personas retenidas en sus hogares y otras fueron capturadas por los grupos armados», agregó comunes en X.
Los combates, al parecer por disputas territoriales, tienen lugar en varias zonas rurales del departamento de Norte de Santander, del cual hace parte el Catatumbo, según distintas autoridades.
Imágenes divulgadas en redes sociales por habitantes de varios caseríos del Catatumbo muestran enfrentamientos en las calles, mientras otros han denunciado que guerrilleros del ELN sacaron de sus casas a varias personas cuya suerte se desconoce.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó que «este Gobierno está con el pueblo del Catatumbo» y señaló que el viernes «se pronunciará la delegación» gubernamental que negocia la paz con el ELN.
El Catatumbo, una región pobre y selvática que limita con Venezuela, está formada por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.
En ellos operan el ELN, disidencias de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) y otras bandas que se disputan el control de los cultivos de coca y de los corredores para el narcotráfico.
Violencia golpea la implementación del acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC
Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la violencia en el Catatumbo es «un golpe» a la implementación del acuerdo firmado por el Gobierno y las FARC en 2016.
Ese tribunal, surgido de dicho acuerdo, instó al Gobierno a proteger la vida de los excombatientes pues eso es «garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación por los crímenes cometidos por la antigua guerrilla en el marco del conflicto».
«La JEP hace un llamado especial a las autoridades competentes para que desarticulen los grupos armados ilegales que se disputan el control de los territorios», agregó la JEP.
Por su parte, el expresidente Juan Manuel Santos, que ganó el premio Nobel de Paz en 2016, señaló: «Es imperativo y urgente que se implemente con más vigor y eficacia el acuerdo de paz, sobre todo las garantías de seguridad».
«No se puede permitir que los interlocutores en los diálogos de la llamada paz total sigan matando a los firmantes de paz y a los líderes sociales», añadió el exmandatario.
Por su parte, miembros de los distintos equipos negociadores de paz del Gobierno instaron al ELN y al EMC a cesar la violencia que, además de los muertos, deja varios heridos, desaparecidos y numerosas familias desplazadas.
El senador Iván Cepeda, integrante del equipo negociador de paz con los llamados «elenos», expresó su «total rechazo a la violencia desatada por el ELN en distintos municipios de la zona del Catatumbo, que deja lamentables hechos como la muerte de civiles, la muerte de firmantes de paz y el secuestro de numerosas personas».
Entre tanto, Camilo González Posso, jefe de la delegación gubernamental que negocia la paz con una facción del EMC, aseguró que hay una «ofensiva coordinada del ELN en siete municipios de manera casi simultánea».
«El día de hoy han atacado población civil (…) desplazando a más de 70 familias que han sido amenazadas. Han asesinado a cinco firmantes del acuerdo de paz de 2016, que además está produciendo el desplazamiento de ese espacio territorial de reincorporación. Es un atentado a la paz», expresó González.
Notiespartano.com/EFE