En los últimos meses, la freidora de aire se ha convertido en el pequeño electrodoméstico de moda en los hogares. Pero, ¿realmente es tan sana como parece? Este aparato, tal y como su propio nombre indica, cocina los alimento con aire caliente. Se trata de un proceso de cocción que se logra mediante un sistema de circulación de aire caliente. Por lo tanto, no tiene nada que ver con la freidora convencional, sino que se parece mucho más a un horno, aunque es más rápida gracias a la concentración de aire.
Los secretos de la freidora de aire
A la hora de cocinar en la freidora de aire, existe una diferencia muy clara entre dos tipo de alimentos. Por un lado, aquellos que tienen su propia grasa, los cuales se «fríen» gracias a su grasa al ser cocinados a una temperatura superior a 180 grados. Y por otro lado, los que no tienen grasa, como por ejemplo unas patatas. Estos últimos hay que untarlos previamente en aceite para conseguir los resultados deseados.
Los expertos indican que, como prácticamente no se utiliza aceite, se consumen menos calorías, así que los alimentos cocinados en la freidora de aire sí son más saludables que los que se fríen de manera convencional. Ahora bien, algunos señalan que para preparar ciertas verdura es mejor hacerlo al vapor.
La nutricionista Adriana Martín cree que este aparato «permite cocinar de forma menos calórica, es rápida y la comida adquiere un sabor y una textura muy buenos. Creo que es una herramienta interesante, aunque no imprescindible», tal y como recoge ‘Hoy’.
Una de las principales ventajas que ofrece este pequeño electrodoméstico es la ausencia de humo y olores. Se trata de una muy buena alternativa a lo alimentos fritos y permite preparar todo tipo de recetas de manera rápida y sencilla.
En lo que respecta a su consumo, en comparación con un horno, la freidora de aire ofrece ventajas muy interesantes. La potencia del horno es de aproximadamente 3.000 W y el espacio a calentar es mayor, de forma que requiere más tiempo de cocinado. Mientras, la freidora de aire calienta a una potencia muy alta en un espacio mucho más reducido, así que es más rápida.
Si quieres comprar una freidora de aire, hay una serie de aspectos que debes tener en consideración, como el espacio, la capacidad de la cesta, el control de la temperatura o la facilidad de uso.