Poderosas erupciones, increíbles vistas de los polos solares y un curioso «erizo» solar se encuentran entre el conjunto de espectaculares imágenes, películas y datos obtenidos por Solar Orbiter en su primera aproximación al Sol.
El pasado 26 de marzo esta misión europea cumplió uno de sus hitos al acercarse a solo 48 millones de kilómetros de la estrella, un momento que registró con sus diez instrumentos y cámaras de observación.
Los datos han tardado semanas en descargarse y escudriñarse y este miércoles la Agencia Espacial Europea (ESA) ha informado de una parte del estudio.
«Aunque el análisis del nuevo conjunto de datos no ha hecho más que empezar, ya está claro que la misión liderada por la ESA está proporcionando extraordinarios conocimientos sobre el comportamiento magnético del Sol y la forma en que esto determina la meteorología espacial», asegura un comunicado de la agencia espacial.
La aproximación más cercana de Solar Orbiter al Sol, conocida como perihelio, tuvo lugar el 26 de marzo. La nave se encontraba dentro de la órbita de Mercurio, a aproximadamente un tercio de la distancia que se encuentra el Sol de la Tierra, y su escudo térmico alcanzó unos 500 grados de temperatura.
Pero, recuerda la ESA, la sonda disipó el calor con su innovadora tecnología para mantenerse segura y en funcionamiento.
Solar Orbiter lleva diez instrumentos científicos -nueve de ellos dirigidos por los Estados miembros de la ESA y uno por la NASA-, y todos ellos trabajan en estrecha colaboración para proporcionar una visión sin precedentes de cómo «funciona» nuestra estrella local.
Algunos son instrumentos de teledetección que observan el Sol, mientras que otros monitorizan localmente las condiciones en el entorno de la nave, permitiendo a los científicos «unir los puntos» de lo que ven que ocurre en el Sol y lo que Solar Orbiter «siente» en su posición.
Con respecto al perihelio, es evidente que cuanto más se acerca la nave al Sol, más detalles es capaz de ver el instrumento de teledetección.
La nave captó varias erupciones solares e incluso una eyección coronal de masa dirigida a la Tierra, proporcionando una oportunidad de realizar predicciones meteorológicas espaciales en tiempo real, una tarea cada vez más importante debido a la amenaza que las tormentas solares suponen para la tecnología y los astronautas.
«Las imágenes son realmente impresionantes», afirma David Berghmans, del Real Observatorio de Bélgica e investigador principal del instrumento que toma imágenes de alta resolución de las capas inferiores de la atmósfera del Sol, conocidas como corona solar.
En esta región es donde tiene lugar la mayor parte de la actividad solar que impulsa la meteorología espacial.
Durante este perihelio también se observó una característica especialmente llamativa; por ahora se le ha apodado «el erizo». Se extiende 25.000 kilómetros a través del Sol y tiene una multitud de picos de gas caliente y frío que se extienden en todas las direcciones.
Los perihelios anteriores tuvieron lugar el 15 de junio de 2020, el 10 de febrero de 2021 y el 12 de septiembre de 2021.
El perihelio del 26 de marzo de 2022 se considera el primero de una serie de perihelios cercanos; el siguiente será el 13 de octubre de este año