La miel es un ingrediente que no puede faltar en la despensa de muchos hogares, pues ayuda a endulzar las bebidas, a tratar el catarro, entre muchos otros beneficios.
Incluso, entre todos sus beneficios se encuentra el que es un aliado en el cuidado de la piel del rostro, y es por ello que se ha sumado a las rutinas de belleza de muchas féminas.
¿Qué es la miel?
Es una sustancia natural producida por la abeja Apis mallifera o por diferentes subespecies, a partir del néctar de las flores.
Y de otras secreciones extra florales que las abejas transportan, transforman y combinan con otras sustancias, deshidratan, concentran y almacenan en panales.
Esta sustancia que durante años se ha utilizado para endulzar bebidas y postres, y hasta tratar algunas enfermedades, también se puede utilizar en el cuidado de la piel.
Poción mágica
Emplear este ingrediente para tratar la piel es una excelente alternativa, pues además de ser eficaz, es muy económica en comparación con algunos productos de venta comercial.
Expertos recomiendan aplicar miel con regularidad en su piel porque puede llegar a proporcionarle una piel saludable, joven y brillante.
Esto se debe en parte a las enzimas presentes en la miel y que se filtran fácilmente en la piel mientras la acondiciona y la suaviza desde lo más profundo, hidratándolo a profundidad.
Además, gracias a sus propiedades antioxidantes, antisépticas y antibacterianas, actúa como un limpiador de poros y elimina las espinillas negras.
¿Cómo usar la miel?
Se puede utilizar como mascarilla hidratante, para ello usa una cucharada de miel sobre la piel limpia y seca, y déjela reposar durante 15-20 minutos, y luego enjuagar con agua fría.
En cuanto a utilizarse como limpiador de poros, debes mezclar una cucharada de miel con dos cucharadas de aceite de jojoba o aceite de coco.
Aplicar sobre la piel limpia y seca, masajear suavemente con un movimiento circular, evitando el área de los ojos, y finalmente, enjuagar con agua fría.
También se puede utilizar como exfoliante pues ayuda a eliminar las impurezas y células muertas de la piel, y deja tu rostro con una tez más luminosa.
Para usar la miel como exfoliante debes mezclar dos cucharadas de miel con una cuchara de bicarbonato de sodio. Salpicar la piel con agua y luego frotar suavemente la mezcla en su cara o cuerpo con un movimiento circular. Enjuagar bien.
La miel es un humectante natural y un antiséptico natural. Esto no solo mantiene su piel suave y saludable, sino que también asegura que quede menos cicatriz. También promueve la curación al disminuir cualquier inflamación y proporciona nutrición a los tejidos dañados a causa de los rayos solares.
Ayudan no solo a eliminar el exceso de aceite de la piel, elimina los bloqueos o los poros obstruidos, que si no se tratan pueden causar la rotura constante del acné y los granos en la piel; y además, ayuda a controlar las arrugas y líneas finas en la cara.
Beneficios
– Hidrata la piel profundamente
– Actúa como un limpiador de poros
– Exfoliante Suave
– Aclara el cutis de la piel e incluso las cicatrices
– Alivia las quemaduras de sol
– Combate el acné y las espinillas
– Añade un brillo natural
– Ayuda a reducir las arrugas
Notiespartano/2001