Un discurso renovado y más sofisticado riega las redes sociales para negar la violencia machista y atacar al movimiento feminista: con desinformación que mezcla teorías de la conspiración con datos falsos, estudios manipulados y un lenguaje rebelde adaptado a las tendencias para llegar al público joven.
Las narrativas desinformadoras tienen como diana los movimientos feministas, con argumentos como que el feminismo supone una amenaza para la familia tradicional, la negación de la violencia machista o la existencia de denuncias falsas, señala Anita Fuentes, investigadora la Universidad Complutense de Madrid.
Fuentes investiga en TikTok contenidos de ‘manosfera’, un concepto que hace referencia a los espacios virtuales donde circulan mensajes antifeministas, misóginos y negacionistas de la violencia de género, basados en desinformación, datos falsos u opiniones sesgadas.
Estudios científicos manipulados
Los mensajes no siempre niegan las cifras de víctimas de violencia de género, pero esgrimen que la mayoría de los agresores son extranjeros o las contraponen a los datos de hombres asesinados para negar que se trate de una cuestión de género.
En un vídeo con casi medio millón de reproducciones en TikTok, un creador de contenidos que se jacta de ser ‘antifeminista’ señala que «más de 1.700 estudios» demuestran que la violencia es «bidireccional», pero que el hombre, al ser «más fuerte», es quien termina matando.
La afirmación se basa en una web que alude a dos estudios, uno de los cuales, tal y como comprobó EFE, no hace referencia a “violencia física” o «psicológica» en la pareja, sino a cualquier tipo de “agresión» que puede dañar la «propia relación» romántica de forma abstracta, y el otro muestra investigaciones en las que las mujeres sufren más que los hombres violencia dentro del ámbito de la pareja.
Para Jordi Bonet i Martí, profesor de Sociología en la Universitat de Barcelona, los discursos tienen en común que «cierta apariencia de cientificidad, pero se tratan de datos descontextualizados».
A golpe de algoritmo
Por su parte, Fuentes apunta a que estos creadores se sirven de mensajes simples que adaptan a cada plataforma, utilizando en muchas ocasiones el humor y aprovechando los recursos de cada red social para llegar a un público más amplio.
Asimismo, estos discursos se han adaptado al avance del feminismo, señala Fuentes, que ilustra cómo en los últimos años la cuestión del consentimiento se convirtió en blanco de movimientos antifeministas.
Así, en España, en pleno debate por la ley del ‘solo sí es sí’ -que pone el consentimiento como elemento central- se viralizó en redes sociales que esta norma obligaría a los hombres a firmar una autorización para mantener relaciones sexuales con mujeres.
Memes y teorías de la conspiración
Un repaso por las principales cuentas de YouTube de estos ‘influencers’ da cuenta de que muchos migraron en el último año a TikTok, donde hay más audiencia joven a la que seducen con humor y memes.
Además, sus mensajes suelen converger con teorías de la conspiración sin sustento, como cuando acusaron a la manifestación feminista del 8 de marzo de 2020 en España de originar la pandemia de la covid-19.
En América Latina, uno de los ‘influencers’ conocido por predicar mensajes antifeministas y con más de dos millones de seguidores en YouTube aseguró que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a los países a implementar políticas de género para reducir la población.
Conexión con América Latina
En Latinoamérica, los ‘influencers’ españoles ganan seguidores y colaboran en Twitch u otras redes sociales con creadores de contenido latinoamericanos para agrupar comunidades en línea.
A pesar de que en América Latina la desinformación de género ha tenido una matriz más religiosa, «últimamente vemos que los ‘influencers’ españoles empiezan a tener cierta predicación, sobre todo en países más secularizados como Argentina, en donde se replican estos memes e ideas», añade Bonet i Martí.
Su público objetivo finalmente son los hombres jóvenes -de cualquier parte del mundo hispanohablante-, que se ven seducido por estos discursos por el miedo al futuro y a perder privilegios, la frustración de no ser percibidos como atractivos y sus dificultades en la construcción de su propia masculinidad.
Notiespartano/EFE