La faringitis estreptocócica es una patología bastante frecuente, sobre todo en los niños y adolescentes de entre 5 y 15 años. Consiste en la inflamación de la mucosa que reviste la faringe, causada por una bacteria llamada Streptococcus pyogenes.
Esta condición, en general, tiende a confundirse con otras afecciones. A pesar de que la mayoría de casos están causados por virus, muchas personas reciben tratamiento antibiótico cuando no es necesario. Incluso, cuando es de tipo estreptocócica, no se emplea el tratamiento más adecuado.
Es importante saber que entre un 15 y un 30 % de las faringitis están causadas por esta bacteria. Además, muchas veces la infección puede afectar a otros órganos como la piel o los riñones. Por eso, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre esta enfermedad y su tratamiento.
¿En qué consiste la faringitis estreptocócica?
La faringitis estreptocócica es una enfermedad benigna que, solo en ciertos casos, conlleva a complicaciones en la salud. Ocurre por la irritación del revestimiento mucoso de la faringe y, algunas veces, se acompaña con inflamación de las amígdalas. Su causa es una infección por la bacteria llamada Streptococcus pyogenes.
A esta bacteria también se le conoce como estreptococo del grupo A. Es una infección que, aunque es más frecuente en niños, puede ocurrir a cualquier edad. Es muy contagiosa, lo que también explica que se transmita con facilidad entre los menores, por el contacto en guarderías o en el colegio.
La bacteria se transmite a través de gotitas respiratorias. Son pequeñas gotas que se expulsan al toser o estornudar, y que portan el microorganismo cuando una persona está infectada. Lo más frecuente es que la faringitis estreptocócica ocurra a principios de primavera, pero se pueden dar brotes en cualquier época del año.
¿Cuáles son los síntomas?
Esta infección suele cursar con síntomas similares a una faringitis vírica, pero con algunas peculiaridades. La incubación de la infección suele durar en torno a los 5 días. El síntoma más precoz es el dolor de garganta, que se intensifica al intentar tragar.
La fiebre suele estar presente, y aparece de manera brusca. Las amígdalas, como hemos señalado, suelen estar hinchadas y enrojecidas. Además, en muchos casos, aparecen placas de pus sobre ellas, que le dan un aspecto blanquecino.
En algunos casos, esta afección también produce síntomas generales, como dolor de cabeza o cansancio muscular general. Los ganglios linfáticos del cuello tienden a inflamarse y duelen al tacto.
Complicaciones de la faringitis estreptocócica
La mayor relevancia de la faringitis estreptocócica radica en que, muchas veces, puede afectar a otros órganos, además de la garganta. En primer lugar, llega a afectar a la piel, ya que conlleva a una afección conocida como escarlatina.
Se trata de un sarpullido rojo, que suele comenzar en la cara o en el cuello. Se extiende por todo el cuerpo y puede afectar a la lengua, que se vuelve más roja y abultada. Es la llamada lengua de fresa.
Por otra parte, esta infección puede dar lugar a la fiebre reumática. Es una enfermedad que afecta tanto a las articulaciones como al corazón, que tiene lugar debido a un proceso inflamatorio.
Existe otra complicación de la faringitis estreptocócica llamada glomerulonefritis postestreptocócica. Es una afección del riñón que, aunque suele ser autolimitada, puede causar complicaciones renales.
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¿Cómo se trata esta infección?
El tratamiento con antibióticos suele ser la primera elección ante esta enfermedad infecciosa. Sin embargo, también hay otros aspectos que se deben considerar para aliviar los síntomas. Por ejemplo, para bajar la fiebre puede ser recomendable tomar paracetamol.
Del mismo modo, para el dolor de garganta o la cefalea se recomiendan antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno. Además, es importante mantenerse hidratado, descansar lo suficiente y evitar agentes irritantes, como el aire frío o el humo.
El antibiótico más efectivo para esta infección es la penicilina tomada por vía oral. Por lo general, se receta durante diez días. Sin embargo, existen muchas personas alérgicas a este antibiótico.
En estos casos se pueden utilizar otros tipos de antibióticos: las cefalosporinas y los macrólidos. Un ejemplo es la azitromicina. No obstante, deben ser exclusivos cuando no se puede emplear la penicilina, ya que tienen un mayor coste y también tienden a crear resistencias.
¿Qué recordar sobre la faringitis estreptocócica?
La faringitis estreptocócica es benigna en la mayoría de los casos. Pese a esto, es conveniente brindarle un tratamiento oportuno para evitar complicaciones. La consulta con el médico se hace esencial, ya que el profesional será el encargado de determinar qué tipos de tratamientos utilizar.