Una fantasía sexual son aquellas representaciones mentales que generamos con respecto al sexo. Hombres y mujeres las desarrollan por igual, y son más comunes de lo que se piensa. De hecho, todos fantaseamos alguna vez con una experiencia sexual; sea esta normativa o no. Existen muchos tipos, pero hoy hemos reunido 7 fantasías sexuales más habituales.
Existen muchos malentendidos acerca de lo que es una fantasía sexual. A menudo se asocia con infidelidad, pensamientos amorales o que todas son sucias o retorcidas. Nada más lejos de la realidad. Inician en la pubertad y se extienden durante toda la etapa adulta. Puedes tenerlas al estar en una relación formal o cuando estás soltero. De ello te hablamos más adelante.
¿Cuáles son las fantasías sexuales más comunes?
No es fácil determinar qué es exactamente una fantasía inusual. De acuerdo con los investigadores, la discusión debe centrarse no tanto en su contenido como en el efecto que produce en el individuo. Es por esto que catalogar las fantasías sexuales más comunes no es fácil, en especial cuando tenemos en cuenta que hombres y mujeres desarrollan representaciones diferentes.
Los expertos han encontrado que las fantasías de los hombres son más activas, mientras que en las mujeres son más receptivas o pasivas. Las han divido en cuatro grandes grupos:
- Exploratoria: como por ejemplo el sexo en grupo, experiencias con sexos distintos a la orientación sexual, promiscuidad y demás.
- Íntima: como por ejemplo los besos, el sexo oral, el sexo al aire libre y otros similares.
- Impersonal: como el uso de objetos para alcanzar el placer u observar a los demás en un acto sexual.
- Sadomasoquista: azotar o ser azotado y otras experiencias en el mismo orden.
Todas estas fantasías sexuales se consideran normales. La evidencia señala que los aspectos culturales, como lo es la religión, pueden condicionar el tipo de fantasía que las personas de una sociedad pueden tener. Con todo esto como preámbulo, te presentamos las 7 fantasías más comunes.
1. Sexo en grupo
El sexo en grupo es una de las fantasías sexuales más comunes. Con ella aludimos tanto a las orgías (es decir, encuentros de más de cuatro personas) como a los tríos. De hecho, cuando se piensa en una fantasía sexual normativa, si es que tal cosa existe, por lo general se piensa en un trío o en una orgía.
Esta es una fantasía que comparten tanto hombres como mujeres, una que pocas veces se materializa en la realidad. El miedo al juicio de la sociedad, el rechazo de la pareja y otras variables son un obstáculo para la consecuencia de la fantasía. Sin embargo, ten en cuenta que esto es algo común en todas ellas: en su mayoría están destinadas a deambular por la mente.
2. Tener sexo en público
En el mundo anglosajón, esta práctica recibe el nombre de dogging, en español se le conoce como ‘cancaneo’ (aunque se prefiere el término anterior). Reúne a cualquier actividad sexual o grupal que se hace a los ojos de la sociedad, de manera que se le añade al condicionante de poder ser vistos y juzgados.
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De hecho, es esto último lo que alimenta la fantasía. El arrebato de adrenalina que se produce en el cuerpo muchos lo traducen como placer. Un cubículo de un avión, un área apartada de una playa, un automóvil estacionado en el centro de una ciudad y demás son un espacio idóneo para quienes apuestan por esta fantasía. También se le conoce como cruising.
3. Dominar o ser dominado
El sadomasoquismo se cuenta entre las fantasías sexuales más populares, una que bebe de las fuentes del sadismo y el masoquismo. El sexo sadomasoquista, palabras más, palabras menos, consiste en el placer al ser dominado o dominar.
Muchos piensan que las fantasías de este tipo implican cierto extremismo, pero esto no es siempre así. El sexo sadomasoquista cuenta con diferentes grados, de manera que los grados menos intensos también se consideran como tal. Todo lo que tenga que ver con cierto tipo de sumisión o dominación, y que esta implique un porcentaje de dolor, se puede considerar sadomasoquista.
De esta manera, no es correcto asociar esta práctica con situaciones de violencia, agresión o sexo no consensuado. Hay quienes encuentran placer en ellas, de manera que atrae el interés de muchos a través de fantasías sexuales. Por ejemplo, los arañazos y las nalgadas son un tipo leve de una experiencia sadomasoquista (de manera que son muy comunes).
4. Sexo con un desconocido
Tener sexo con un desconocido de manera casual es otra de las fantasías sexuales que no podemos dejar de mencionar. Engloba a los amigos con beneficios y a las aventuras de una noche. Pueden surgir cuando la persona tiene una pareja estable, y no siempre lo hace en un contexto de insatisfacción sexual.
De acuerdo con los investigadores, quienes materializan estas fantasías suelen reportar mayores niveles de placer, y lo hacen alejados de una relación de intimidad. Es decir, el placer surge porque se desconoce todo acerca de esa persona; no como sucede con el sexo de pareja en el que media un alto grado de intimidad.
5. Tener sexo con una expareja
Los expertos han encontrado que casi la mitad de las parejas que terminan una relación mantienen uno o varios encuentros sexuales en el futuro. Por tanto, tener sexo con una expareja es algo que muchas personas materializan en la realidad.
Por supuesto, nos referimos a ellas en el contexto de años después de la relación; o cuando ahora mismo se está en medio de una relación estable. En este caso no solo entra en juego el placer, sino también el vínculo emocional entre ambos. Este puede hacer al encuentro más atractivo o ideal, de modo que es una de las fantasías sexuales más comunes.
6. Experiencias homosexuales
Las fantasías homosexuales son relativamente comunes en las personas. Hombres y mujeres las tienen por igual, lo cual en algunos casos pueden hacer cuestionarse sobre la identidad sexual o la orientación sexual. Ya hemos aludido a un trío y a una orgía en secciones anteriores, pero estas no siempre involucran experiencias homosexuales 100 % explícitas.
Al igual que con las fantasías sexuales anteriores, esta gira en torno al placer. También, por la curiosidad que existe de por medio. Es más frecuente de lo que las personas creen y, tal y como hemos señalado en el principio, no se considera una fantasía inusual, extraña o simplemente rara.
7. Sexo con un componente teatral
Por último, el sexo con algún tipo de componente teatral cierra nuestra lista. Conocidos también como juegos de roles, consisten en desarrollar un papel ficticio de manera consensuada. Por ejemplo, paciente-doctor o profesor-estudiante. Se trata de una experiencia muy amplia que permite integrar o no fetiches sexuales.
A su vez, esta fantasía puede imitar escenas o ideas recogidas de películas, series o cualquier tipo de componente ficcional. Son muy comunes y permiten incluir variedad en la rutina de las parejas. La fantasía requiere de la participación de ambos, de manera que a veces se reprime por el miedo a ser juzgado.
Las fantasías sexuales que hemos enumerado son las más comunes, pero existen decenas y decenas de ellas. Son interesantes en la medida en que generan placer, y en ocasiones no existe una intensión clara de hacerla realidad. A veces la fantasía es ideal en la cabeza; pero se evita materializarla por no pensar que será perfecta o por el prejuicio que surgirá de por medio.