Las urnas cerraron en Ecuador y arrancó el conteo de votos de estas elecciones entre la abogada izquierdista Luisa González y el empresario Daniel Noboa donde saldrá el nuevo presidente de un país marcado por la violencia. Ambos candidatos se vieron usando chalecos antibalas durante la jornada.
Al cierre de las urnas a las 5 p.m. hora local, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, informó que hubo un 82.3 % de participación, “una cifra que se mantiene en el histórico de participación en las últimas elecciones”, dijo.
«Hoy Ecuador ha triunfado, la democracia ha triunfado”, dijo Atamaint.
Los resultados oficiales, que Noboa esperará en el pueblo costero de Olón y González en un hotel en Quito, se esperan a partir de las 6:30 p.m. hora local.
La firma encuestadora Estrategas Infinity dijo que una encuesta a boca de urna entre más de 32.000 votantes mostraba una ventaja para Noboa, de 35 años, con un 53,85% sobre el 46,15% de González, una exlegisladora de 45 años.
Los ecuatorianos salieron a elegir un nuevo presidente en una jornada cargada de preocupación por la creciente violencia que sacude al país y que se intensificó en agosto, cuando un candidato presidencial fue asesinado a plena luz del día.
El ministro del Interior, Juan Zapata, informó que no se registraron incidentes en materia de seguridad durante la jornada. Más de 53.000 policías vigilaron las votaciones, agregó.
El comandante general de la Policía Nacional de Ecuador, general César Zapata, dijo que una “amenaza” de un artefacto explosivo en Quito no pasó de ser “una alerta”, atendida y descartada por el Grupo Táctico del organismo policial.
También informó de la detención de más de 400 personas desde el jueves como parte de los operativos de prevención del delito en el marco de las elecciones. Se decomisaron más de un centenar de armas de fuego y blancas y decenas de vehículos y motocicletas.
Trece millones y medio de electores están convocados a las urnas. En Ecuador el voto es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 64 años.
Quien gane gobernará solo por 15 meses, que es lo que queda del mandato del presidente Guillermo Lasso, cuyo mandato se truncó cuando disolvió la Asamblea Nacional en mayo mientras los legisladores llevaban a cabo un juicio político en su contra por supuestas irregularidades en un contrato de una empresa estatal. El ganador tendrá en sus manos las aspiraciones de los ecuatorianos de recuperar la paz y enderezar la economía.
El presidente saliente debe hacer el traspaso de poderes en una fecha aún por definir que la autoridad electoral estima para mediados de diciembre.
José Campuzano, elector en Quito, dijo a la VOA que la votación fue más “rápida y eficiente” y que el proceso estuvo mejor organizado que en la primera vuelta electoral el pasado 20 de agosto.
Isabel de Saint Malo, jefa de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que la votación había transcurrido “de manera correcta”, llamando a la ciudadanía a participar y a esperar la difusión de los resultados oficiales del CNE.
De Saint Malo, quien fue vicepresidenta y canciller de Panamá, calificó como “hechos lamentables” los reportes de la detención de un miembro de la junta receptora del voto en la provincia de Sucumbíos en estado de ebriedad y por irregularidades en las boletas.
“Los controles están funcionando”, dijo.
La OEA presentará un informe preliminar con sus observaciones y recomendaciones una vez que se conozcan los resultados, para luego alistar un reporte más “completo”, con sus apuntes sobre violencia electoral, tecnología y organización logística, entre otros, agregó.
Lasso llama a la paz de Ecuador y pide enterrar la demagogia
Minutos antes de que abrieran las urnas, Lasso convocó al pueblo a una jornada cívica en paz, “pensando en lo mejor para sus hijos, sus padres y el país” y destacó que los votantes tendrán la sabiduría “para desterrar la demagogia y el autoritarismo mirando hacia un mañana de paz y bienestar para todos”.
Prometió que su gobierno velará por la seguridad, la transparencia y el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
Votos entre chalecos antibalas
Luisa González, con un 33,61 % de respaldo, y Daniel Noboa, con el 23,47 % de los votos, resultaron ganadores de la primera vuelta electoral del pasado 20 de agosto.
De los ocho candidatos presidenciales, uno de ellos, Fernando Villavicencio, fue asesinado a balazos saliendo de un acto político en Quito en el norte capitalino, días antes de la primera ronda, y fue reemplazado por su amigo y periodista Christian Zurita.
Los candidatos presidenciales cuentan con un importante dispositivo de seguridad de la fuerza pública y usan chalecos antibalas en todas sus apariciones públicas. Cerca de 90.000 militares y policías resguardarán los comicios.
El asesinato del candidato se inscribe en una crisis de inseguridad y violencia que golpea a Ecuador desde hace tres años, ubicándolo entre los países más peligrosos de la región con una cifra récord en 2022 de 4.600 muertes violentas.
El CNE anticipó que las votaciones d elos ecuatorianos en Israel, Rusia, Bielorrusia y Nicaragua no pudo realizarse debido a diversos inconvenientes.
El domingo también se realizaron las elecciones de asambleístas nacionales para los ecuatorianos residentes en el exterior en una votación que correspondía a la primera vuelta y que debió repetirse debido a fallos en el sistema del voto electrónico. Con ello se concluirá la asignación de escaños en el legislativo, que se conforma de 137 asambleístas.
La jornada electoral cuenta con la participación de 310 observadores internacionales y más de 2.000 nacionales, según informó el CNE.
Unas 900 personas privadas de libertad sin sentencia y otros que solicitaron el voto asistido en casa votaron de forma anticipada entre el jueves y el viernes.
Notiespartano/VOA