Una de las imágenes más icónicas asociadas con los bomberos es un poste (barra) en medio de un agujero que permite bajar rápidamente de un piso a otro en la estación donde están de guardia, siendo un método cómodo y útil para evitar tener que bajar por las escaleras y ahorrar tiempo en caso de emergencia.
Su origen se remonta a 1878, en la estación de bomberos de Chicago. En aquella época no existían los camiones (tal y como conocemos ahora) y se utilizaban carros tirados por caballos para transportar a los bomberos, la cisterna de agua y las mangueras.
Para evitar que los caballos subieran a la planta superior, donde descansaban y esperaban los bomberos, la mayoría de las estaciones tenían una escalera de caracol, lo que retardaba el tiempo de bajada entre un piso al otro y, además, causaba percances.
Fue entonces cuando David Kenyon, capitán de la Compañía 21 de bomberos de Chicago, ideó y propuso utilizar una barra que conectaba ambas plantas y al bajar por ella se evitaban caídas, además de acelerar el tiempo de acceso al carro.
Evidentemente, también había escaleras (por la que subían), pero el bajar por el poste les facilitaba el poder acceder a la planta inferior de una forma más rápida.