Tan solo 55 % de los pacientes mexicanos que padecen leucemia linfoblástica aguda logran la curación, panorama que podría cambiar con un diagnóstico y tratamiento oportunos, precisó este lunes una especialista.
“Mientras en países de alto nivel la tasa de curación es del 80 %, en nuestro país es de 55 % ”, dijo a Efe la oncóloga pediatra María de los Ángeles del Campo.
La especialista explicó que la leucemia linfoblástica aguda es una forma agresiva de cáncer en la sangre y puede tener un mejor pronóstico si se realiza un diagnóstico adecuado.
El cáncer es la proliferación acelerada y desordenada de las células de la sangre y puede tener su origen tanto linfoide como mieloide.
En 2020, este padecimiento provocó 9,9 millones de muertes y más de 19 millones de nuevos casos a nivel mundial.
La experta precisó que en México anualmente se presentan entre 5.000 y 7.000 nuevos casos de cáncer en niños, y es la primera causa de muerte entre los menores de 0 a 14 años .
De los casos de cáncer, la leucemia es el más común con más de 1.800 casos y la linfoblástica aguda (LLA) acumula 3 de cada 4 casos.
La LLA es más común en los primeros años de la niñez, y ocurre con más frecuencia entre los 2 y 5 años, pero tiende a aumentar su incidencia en personas mayores de 55 años.
Barreras de diagnóstico
Del Campo recordó que la LLA puede tener un mejor pronóstico en los pacientes si se realiza un diagnóstico adecuado.
Sin embargo, en México, al menos el 70 % de los casos se detecta en etapas avanzadas debido a que los síntomas son silenciosos y a la falta de acceso a los servicios de salud.
“Los síntomas suelen ser silenciosos, pero también la dificultad de los accesos a la salud es otro factor pues pueden acudir a un hospital donde no existe la infraestructura necesaria para hacer un diagnóstico oportuno y en consiguiente dar un tratamiento adecuado”, indicó Del Campo.
No obstante, dijo que existen síntomas muy bien definidos que pueden indicar la presencia de este cáncer en menores como malestar general que se caracteriza por la disminución sin motivo de peso, falta de apetito, fiebre, anemia y hemorragias que se caracterizan con sangrados de piel y mucosas.
Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta neoplasia, entre ellos la exposición a la radiación, infecciones virales, algunos síndromes genéticos además de la edad, la raza y el género, pues tiene sus picos en los 5 años en niños y los 55 años en adultos y es más común en hombres que en mujeres.
Tratamiento adecuado hace la diferencia
La especialista afirmó que uno de los desafíos de este tipo de cáncer es el diagnóstico oportuno y preciso, pues eso va a determinar no solo el tratamiento adecuado sino la expectativa de vida de los pacientes.
“Es uno de los retos más importantes, hacer el diagnóstico oportuno, el cual debe ser preciso y nos permita dar los tratamientos específicos para los pacientes”, puntualizó.
Para ello, abundó, existen varias herramientas como una historia clínica bien elaborada, la extracción de medula ósea, inmunofenotipo, cariotipo y biología molecular.
“Son herramientas que nos permitirán diagnósticos e identificar a los pacientes en bajo, medio o alto riesgo y el tratamiento se da de acuerdo a esas características”, dijo.
Sin embargo, enfatizó, todavía quedan retos en los tratamientos los cuales deben estar enfocados en mejorar la sobrevida de los pacientes y evitar eventos secundarios a largo plazo, pues algunos de ellos pueden retrasar el crecimiento, incidir en el desarrollo de la fertilidad y dejar secuelas cardíacas irreversibles.
Finalmente, señaló la importancia de un abordaje multidisciplinario de la enfermedad en el cual el apoyo psicológico juega un papel fundamental en el tratamiento de todos los pacientes.
“Eso nos llevará a mejorar la supervivencia de todos los pacientes tanto pediátricos como adultos”, concluyó Del Campo.
Ante este panorama, este 2022, Amgen realizará la octava edición de la Cumbre de Excelencia Médica Amgen, donde reconocidos especialistas nacionales e internacionales se darán cita para conocer las últimas innovaciones biotecnológicas en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, entre ellos la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) – adulta y pediátrica – y terapias de soporte para enfermedades derivadas de su tratamiento.