Ya el hombre va por la gira, la de los viernes, número 17. Los pueblos le esperan, entusiastas. Saben que llega con planes y programas. Los cien días quedaron atrás, superando todas las expectativas y su administración que despegó desde el primer día, va ganando aplausos, eso sí, merecidamente. Él no improvisa. Sabe a lo que va. Su equipo está ahí, a su lado, bueno en todas partes. Revisa con la comunidad el plan de obras y, sincero, sentencia, si la solicitud tiene fundamento.
Por estos días, los servicios públicos son prioridad, lo apunta con los más experimentados, los que llevan el pálpito de la gente, es decir los verdaderos dirigentes. Es del todo democrática la charla que se abre en medio de la calle, en el patio de bolas criollas, en la cancha o simplemente sobre el terreno en donde quedan las ruinas de lo que era una escuela.
Es edificante observar en el gobernante el modo en que pregunta qué es lo que el pueblo considera urgente. La respuesta sale de lo más hondo del alma de quien la pide, cuanto antes, que se traduzca en realidad. Consulta con los suyos qué tipo de obra, cuánto costaría, si está prevista su edificación. Pero deja la seguridad de su realización.
Se mueve, el gobernador. Es directo, va al grano. Siempre ha sido así, desde que se convirtió en el primer mandatario electo por la mayoría popular en Nueva Esparta. Eso fue hace tiempo, y desde entonces, no ha variado su forma de actuar. Por eso se le aprecia, se le tiene como el hombre que los suyos -ganó por más de 85 mil votos- escogieron porque le saben capaz de regresarle a Margarita y Coche el progreso y desarrollo social, que le había dado en tiempos de la democracia. Y no se equivocaron.
Los integrantes de su equipo despliegan planos y dan explicaciones técnicas. Vaché Rodríguez y Henry Millán están siempre a su lado. Ellos son, como secretario general de gobierno y director de Finanzas, los primeros en rendir informes sobre la marcha misma de la gestión. Héctor Mata Rodulfo, el director de Obras Públicas, anota. Es un compromiso, lo sabe, que debe traducir, lo más antes posible, en verdad palpable lo que la gente ha decidido ser lo más urgente.
Pero Morel Rodríguez Ávila, que confía plenamente en ellos, y en el equipo de gabinete, sonríe satisfecho. Sabe que los resultados una vez más de la gira, los viernes de Morel, resultaron exitosos. Por lo pronto, ya las instrucciones han sido dadas para que el venidero lunes comience la remodelación de la escuela, el ambulatorio o las calles de la barriada.
AngelCiroGuerrero