La realidad virtual (RV) es un tipo de tecnología que permite recrear escenarios artificiales con gran nivel de detalle y que se puede aplicar a la psicología. En otras palabras, se emplea para la simulación.
En un principio, podemos imaginar la utilidad de la RV al momento de visualizar cómo quedará un edificio y tomar decisiones acerca de dónde ubicar una puerta o una ventana. Sin embargo, su potencial es mucho mayor y ha permitido grandes avances en términos de técnicas para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas. Es el caso de la realidad virtual en la psicología.
¿Por qué realidad virtual en psicología?
Los especialistas en el tema destacan que la realidad virtual tiene dos diferenciales clave. Uno es la sensación de presencia que permite. Es decir, la persona siente que está envuelta en la situación. En segundo lugar, lo transicional; el acercamiento gradual a aquello que se teme.
Por otro lado, también permite el registro desde una triple experiencia:
- Emocional.
- Fisiológica.
- Cognitiva.
Es posible abordar con el paciente qué emociones le suscita exponerse a su fobia o ansiedad, los pensamientos que se le aparecen y el correlato biológico en su cuerpo. De esta manera, el abordaje es integral y la persona puede tener un registro, contribuyendo a un mejor pronóstico.
Ventajas y desventajas de la realidad virtual en psicología
Entre los principales beneficios del uso de la realidad virtual se encuentran los siguientes:
- Permite una inmersión real en la situación, como si el paciente estuviera allí. Además, es posible retirarse si las circunstancias se vuelven intolerables. O repetir las veces que sea necesario.
- Es más económico frente a otras alternativas. Por ejemplo, quien tiene fobia a volar, para enfrentar la situación debería costear un pasaje aéreo y, en ocasiones, el de su terapeuta, que lo acompañe y guíe en la exposición. Esto resulta inaccesible en la mayoría de los casos. La realidad virtual permite crear un entorno artificial, aunque acorde y próximo a los fines que se persiguen. A su vez, quienes ya aplican la RV refieren que la cantidad de sesiones necesarias para abordar un problema se reducen a la mitad en comparación al método tradicional.
- Favorece la privacidad e intimidad. El paciente podrá exponerse a aquello que le preocupa sin que haya gente a su alrededor, como sucedería en un entorno real. De esta manera, se eliminan la vergüenza y la inseguridad que suelen intervenir.
- Implica una menor peligrosidad. Permite la exposición gradual al estímulo sin tener que enfrentarse a los peligros que la situación implica. Por ejemplo, en el caso de una fobia a conducir, a través de esta tecnología se reduce el riesgo de protagonizar un accidente mientras el paciente se expone.
No obstante, algunas de las desventajas u obstáculos a considerar son los siguientes:
- La tecnología requiere de un desarrollo específico. Por ejemplo, en el caso de cada fobia, se requiere crear una situación particular, lo que implica inversión.
- Siempre debe hacerse con la guía o acompañamiento de un profesional, bajo una modalidad de terapia. No es un método para autoaplicación.
Algunos usos actuales de la RV
Uno de los usos más frecuentes de la realidad virtual en psicología es el tratamiento de las fobias. Aquí se incluyen una amplia gama de casos: hablar en público, volar, conducir, alturas, algún animal.
Desde la teoría cognitiva, en el formato tradicional, una de las técnicas empleadas es la exposición progresiva al estímulo aversivo, es decir, al estímulo o la situación que se teme. Con la realidad virtual se consigue recrear la circunstancia y se puede aumentar de manera gradual la aparición o intensidad del estímulo.
De este modo, se busca que la persona trabaje los pensamientos asociados al mismo, así como la habituación, logrando que pierda su fuerza. Asimismo, es posible obtener un biofeedback con información sobre las pulsaciones, por ejemplo.
Esto sirve para que los pacientes reconozcan cómo responde su cuerpo, perdiendo el miedo a dichas reacciones, a la vez que aprenden técnicas de autorregulación.
Algunas de las situaciones en las que se emplea la realidad virtual son las siguientes:
- Dolor crónico.
- Estrés postraumático.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
- Trastornos del estado de ánimo.
- Ansiedad y trastornos de pánico.
- Rehabilitación y terapia ocupacional.
- Durante el tratamiento con varones que ejercen violencia de género, con el objetivo de abordar la empatía.
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La tecnología al servicio de la salud mental
En ocasiones, la tecnología ha sido demonizada. Sin embargo, es el uso que hacemos de ella lo que nos habla de una buena o mala finalidad.
La realidad virtual en psicología sirve para ayudar a los pacientes a afrontar sus dificultades, demostrando mejoras en la sintomatología e incluso aumentando la motivación para el tratamiento. Proporciona una base segura y real, que facilita que la persona se enfrente a lo que le preocupa, tenga sucesivas interacciones y, poco a poco, domine la situación.
De modo que la realidad virtual llegó para quedarse. Su potencial benéfico es cada vez mayor.