El canciller chino, Wang Yi, mantuvo este viernes una reunión con su par británico, David Lammy, en la que aseguró que los lazos entre Londres y Pekín «se encuentran en un nuevo punto de partida», tras años de desavenencias entre ambos países.
Wang indicó que las relaciones entre ambas naciones «han recorrido un largo camino» y que Pekín ve con buenos ojos que «el Gobierno laborista del Reino Unido haya propuesto el desarrollo de una relación a largo plazo, estable y estratégica con China», según un comunicado publicado por la Cancillería del país asiático.
El diplomático chino aseveró que «el mundo se enfrenta a desafíos sin precedentes, y la competencia entre grandes potencias no debe caracterizar» esta era.
«China está dispuesta a trabajar con el Reino Unido, para fortalecer el diálogo y la cooperación, compartir la responsabilidad internacional, adherirse a un multilateralismo genuino y promover eficazmente la equidad y la justicia internacionales y el desarrollo abierto», aseguró Wang, que trasladó su esperanza de hacer «que las relaciones entre el Reino Unido y China entren en una nueva etapa de desarrollo estable».
Por su parte, Lammy dijo que Londres «está comprometido a fortalecer el diálogo y la cooperación con China» y a «gestionar eficazmente las diferencias de una manera coherente y mutuamente respetuosa que satisfaga los intereses a largo plazo de ambas partes», según el comunicado.
El ministro aseguró que su Gobierno «ha cumplido su compromiso» en relación con «la cuestión de Taiwán» y «seguirá haciéndolo durante mucho tiempo».
Lammy enfatizó los «intereses comunes» de ambos países e instó a que no exista un «telón de acero» entre ambos.
«Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Reino Unido y China tienen una responsabilidad especial en el mantenimiento de la paz mundial, y deben trabajar juntos para salvaguardar el libre comercio y comprometerse a abordar las crisis geopolíticas y los desafíos complejos por medios diplomáticos», aseveró el funcionario británico.
Wang y Lammy también abordaron el conflicto en Gaza, la guerra en Ucrania y la situación en Birmania (Myanmar), sin que la Cancillería facilitase más detalles.
El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo esta semana que pediría al Gobierno chino que retire las sanciones que pesan sobre varios diputados británicos, así como la liberación del empresario y activista británico Jimmy Lai, detenido en Hong Kong.
Asimismo, el primer ministro confirmó que su Gobierno sancionaría a las empresas o ciudadanos chinos que ayuden a Rusia en la guerra contra Ucrania.
Los lazos entre China y el Reino Unido se han deteriorado durante los últimos años a cuenta del veto británico a empresas chinas como la tecnológica Huawei, de las críticas a la ley de seguridad impuesta por China en Hong Kong o de las sanciones impuestas por Londres a funcionarios chinos por los abusos de los derechos humanos en la región noroccidental de Xinjiang.
Notiespartano/efe