El economista y profesor universitario, Daniel Cadenas, acotó que persiste la idea de que toda depreciación mejora la competitividad y conduce, «como por arte de magia, a exportar más manufactura local».
«Eso no es cierto», sumó al tiempo que preguntó: «¿por qué eso no es cierto? ¿En qué circunstancias la depreciación de una moneda mejora la balanza comercial?».
Dijo que «la depreciación de la moneda afecta la balanza comercial de un país porque cambia los precios de la manufactura local expresados en divisas y los precios de las importaciones en moneda local».
En ese sentido, comentó que una nación puede reducir sus precios relativos, si permite que su tipo de cambio se deprecie en un mercado libre o si devalúa formalmente su moneda en razón de un sistema de tipos de cambio fijos. «¿De qué depende el resultado último de la depreciación de la moneda?», añadió.
«A partir del tamaño de la elasticidad al tipo de cambio de la demanda de las exportaciones y las importaciones venezolanas, la balanza comercial de Venezuela puede mejorar, empeorar o permanecer igual ante la depreciación del bolívar frente al dólar», explicó.
Condición de Marshall-Lerner
El especialista precisó que la regla general, que determina el resultado real final, «es la llamada condición de Marshall-Lerner que dice: ‘la depreciación mejorará la balanza comercial si la elasticidad de la demanda de importaciones de la nación que deprecia la moneda y la elasticidad de la demanda externa de las exportaciones de esta nación suman más de uno en valor absoluto’».
«Caso contrario, pudiera la balanza comercial quedar igual o incluso empeorar. En el caso de Venezuela, los varios estudios empíricos que he podido revisar indican que la condición de no se verifica, es decir, que la suma de las elasticidades de las importaciones y las exportaciones al tipo de cambio, es menor a uno. Por lo que las depreciaciones empeoran la balanza comercial», señaló.
Manifestó que la competitividad es un tema complejo y crear potencial exportador, también. «Son muchas las variables a trabajar y para generar competitividad y potencial exportador, la manufactura venezolana tiene mucho que mejorar a lo interno de las firmas«.
Puntualizó en Twitter que en este entorno de «muy elevada inflación e inestabilidad, es menos probable aún que las depreciaciones del bolívar frente al dólar puedan ser competitivas, pues existe un enorme efecto de traslado o traspaso de la depreciación al tipo de cambio superior al 100%».
Igualmente, expresó que si el Banco Central de Venezuela (BCV) «no intentase más estabilizar el tipo de cambio con intervenciones, las fuerzas de la oferta y la demanda llevarían muy rápido al tipo de cambio a su nivel de equilibrio. Ahora, parece que igual vamos para allá, con intervenciones y todo».
Notiespartano/BancayNegocios