El Banco Central de Venezuela (BCV) está vendiendo 100 millones de dólares a los bancos en la vigésimo octava intervención cambiaria de 2022, a un valor establecido de 5,72 bolívares por euro, que es 1,04% inferior al de la semana anterior.
El precio al que las entidades bancarias deben colocar estos fondos en moneda extranjera, equivale a 5,62 bolívares por dólar. Además, el diferencial entre la divisa europea y la estadounidense se ha reducido a apenas 1,75%, debido a que la cotización del signo monetario del viejo continente ha venido desacelerándose en el mercado local, en línea con su comportamiento internacional.
La autoridad monetaria mantiene el mismo monto de intervención de la semana anterior. En consecuencia, el monto acumulado en lo que va de año alcanza a 2.435 millones de dólares, con un promedio por operación que está llegando a 86,97 millones de dólares.
La señal que envía el BCV al mercado es a mantener la estabilización del tipo de cambio que se está observando en los primeros días de julio, período durante el cual el precio del dólar oficial ha escalado solo 1,36%, mientras que en el mismo período del mes anterior, el alza fue de 4,85%.
El ente emisor no ha publicado la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor de junio, mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) reportó un aumento de 14,5%, el mayor incremento mensual de lo que va de año y la segunda alza consecutiva intermensual de dos dígitos que registra el marcador de precios de esta institución.
En consecuencia, parece que el BCV está dispuesto a apretar la presión sobre el tipo de cambio, en función de atajar con más eficiencia uno de los estímulos clave del alza de precios.
No obstante, la liquidez monetaria alcanza a un histórico monto de 8.345.366.000 bolívares, y ha subido 8,30% en las últimas dos semanas.
La intervención cambiaria ha resultado ser una política eficaz para impedir una depreciación más agresiva del tipo de cambio. Economistas señalan que hay un importante nivel de apreciación de la paridad bolívar-dólar y que esta estrategia de control está resultando muy costosa, aunque las reservas internacionales, históricamente bajas, no reflejan directamente el impacto de estas erogaciones.
Notiespartano/BancayNegocios