La tasa interanual de inflación en Estados Unidos continúa bajando y en noviembre se situó en el 7,1 por ciento, 6 décimas por debajo de la de octubre, según los datos publicados este martes (13.12.2022) por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés). En términos mensuales, los precios al consumo subieron solo un 0,1 por ciento entre octubre y noviembre.
La cifra es la más baja desde diciembre de 2021, bastante de la mano con lo que estimaban los analistas, que calculaban que la inflación mensual llegaría al 0,2 por ciento. La noticia es buena no solo para los consumidores y el Gobierno de Joe Biden, sino también para el banco central estadounidense, que se dispone a subir sus tasas de referencia, aunque en menor escala que en los últimos meses.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, se situó en el 6 por ciento en su tasa interanual. El gasto en vivienda, que aumentó el 0,6 por ciento, fue lo que empujó la ligerísima subida mensual, frente a otros componentes que pesan mucho en la inflación, como la energía, cuyos precios bajaron el 1,6 por ciento en un mes.
«Alivio” para consumidores
El precio de la vivienda fue «de lejos el principal responsable del aumento mensual» y esa variación no pudo ser compensada por la caída del costo de la energía, detalla el Departamento de Trabajo en un comunicado. Para hacerse una idea del aumento de los precios, la gasolina es ahora 10,1 por ciento más cara que en noviembre de 2021, la electricidad ha subido un 13,7 por ciento y el gas, un 15,5 por ciento.
El presidente Joe Biden se mostró confiado luego de divulgados los datos, y en declaraciones a reporteros en la Casa Blanca señaló que hay «razones para algo de optimismo» y esperó que el retorno a la normalidad ocurra «de aquí al final del año próximo». Asimismo, dijo que la caída en el precio de los combustibles era un «alivio” para los consumidores, que ahorrarán «cientos de dólares” gracias a ello.
Notiespartano/DW.com/EFE