Cuando se está acercando la conclusión de la ronda regular en Grandes Ligas, los números individuales para aquellas figuras que luchan por ser el más destacado en cierto departamento se van poniendo mucho más complicados por diversos factores. En el caso del infielder venezolano de los Padres de San Diego, Luis Arráez, la lucha que sostiene con el dominicano Marcell Ozuna, de los Bravos de Atlanta, por el liderato de bateo en la Liga Nacional, entra en una zona donde no tener esa regularidad de contundencia en cada turno pone en riesgo cumplir tal cometido para la última semana de septiembre.
Y en ese sentido, históricamente transitar el mes de agosto le ha costado más de lo previsto ya que su promedio ofensivo no es tan sólido como ocurre con los demás periodos para ese semestre de acción en su respectiva divisa.
Si bien para ese tramo ya mencionado pero de este año en curso su average está en .281 (82-23) con un jonrón conectado y ocho rayitas producidas para la causa de los “religiosos”, es hasta ahora el tercer mejor registro en este rubro con el madero dentro de su trayectoria de seis campañas en la MLB vistiendo los colores de Mellizos de Minnesota, Marlins de Miam y San Diego.
No obstante, este balance mejoró con respecto a lo conseguido en 2023 cuando bateó .236 (110-26) que puso en peligro su dominio por el campeonato de bateo en el “Viejo Circuito”, pero al final del “todos contra todos” superó de manera amplia a Ronald Acuña Jr. (Bravos) con un contundente .354 y sumó el segundo trofeo en fila luego de lo hecho en Minnesota al vencer a Aaron Judge (Yanquis de Nueva York) por cinco puntos: .316 sobre .311.
En 2019, año en que se estrenó en la Gran Carpa, Arráez promedió .294 para el mes de agosto y que es su marca más positiva en su carrera. De por vida, “La Regadera” tiene .268 AVE (544 VB, 7 HR, 51 CI, 75 CA).
Y a pesar de ese leve descenso tan peculiar, el de San Felipe sabe cómo rematar la faena en el tramo decisivo.
Para el lapso comprendido entre septiembre y octubre, el yaracuyano batea de forma vitalicia .335 (391-131) y ese factor le ayudó notablemente para consagrarse como ganador. Ahora confía en no bajar el ritmo y así aspirar a la tercera corona de bateo en su carrera.
Notiespartano/Líder