El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, advirtió hoy que Seúl «castigará con mucha más dureza» a Pionyang en caso de ataque, unas palabras que llegan poco después de conocerse que el líder norteño, Kim Jong-un, ha instado a calificar al Sur como principal enemigo de su país en la Constitución.
«Si Corea del Norte nos provoca, los castigaremos con mucha más dureza», afirmó Yoon durante una reunión de su Gabinete celebrada hoy en Seúl, según informó la Oficina Presidencial.
Unas horas antes los medios norcoreanos publicaron las palabras de Kim en la sesión parlamentaria celebrada el lunes, en la que pidió revisar la carta magna para definir a Corea del Sur como «país hostil número uno», así como la necesidad de «ocupar, reprimir y reclamar» el territorio surcoreano en caso de guerra.
La amenaza entre la guerra y la paz ya no funciona aseguro Yoon
«La convencional táctica de paz disfrazada que amenaza con elegir entre la guerra y la paz ya no va funcionar», añadió el presidente conservador sureño, en aparente referencia a las políticas conciliadoras de anteriores Gobiernos liberales en Seúl.
«La falsa paz que ganamos al ceder ante las amenazas de provocación solo va a suponer un peligro mayor para nuestra seguridad», añadió el presidente sureño.
El discurso del líder norcoreano no solo supone una nueva muestra de la dialéctica hostil que el régimen ha intensificado en las últimas semanas, sino también, en opinión de los expertos, otro hito más dentro del profundo giro estratégico y diplomático por el que parece estar optando Pionyang desde el fracaso en 2019 de las negociaciones sobre desnuclearización con EE.UU.
Desde entonces, el régimen ha apostado por modernizar su ejército, rechazar ofertas de diálogo y acercarse más a Pekín y Moscú, con quien ha intercambiado armas, mientras que Seúl y Washington han reforzado sus mecanismos de disuasión y su cooperación militar lo que ha llevado a la península a nuevas cotas históricas de tensión.
Notiespartano/EFE/asb/rrt