El yogur es uno de los alimentos más saludables y nutritivos que hay, se puede servir como desayuno, merienda y hasta de cena. Además puedes combinarlo con frutas, galletas trituradas o cualquier cereal.
Es una forma de leche ácida modificada que se dice tuvo su origen en Bulgaria. Se puede partir no solo de leche vacuna sino también de cabra y oveja, entera, parcial o totalmente descremada, previamente hervida o pasteurizada.
Para su elaboración de yogur requiere la introducción de bacterias “benignas” específicas en la leche bajo una temperatura y condiciones ambientales controladas (muy cuidadosamente en el entorno industrial) hasta conseguir una fermentación completa.
¿Qué tiene el yogurt que lo hace tan bueno para el cuerpo humano? Las bacterias lácteas que lo componen ayudan al organismo a absorber mejor los minerales de otros alimentos.
Además de normalizar los niveles de colesterol; así mismo, favorece el funcionamiento del intestino. El yogur aporta proteínas y aumenta la sensación de saciedad.
Si lo preparas con fresas tendrás más aportes vitaminas, minerales, fibra, fitoquímicos o fitonutrientes que el organismo necesita para sentirse bien.
Como verás son múltiples las ventajas y las razones para consumirlo, así que compartimos la receta casera para que puedas preparar.
Yogur de fresa casero
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 250 g de fresas
- 4 cdas de azúcar
- Un yogur natural
Preparación
- 1 Precalentar el horno a baja temperatura, unos 50ºC.
- 2 Licuar las fresas y reservar.
- 3 Calentar la leche, sin dejar hervir, debe quedar tibia. Retirar del fuego y unir con el yogur natural, el azúcar y el puré de fresas. Mezclar.
- 4 Colocar la mezcla en un envase de vidrio, tapar con un paño o papel film y con el horno apagado, meterlo por aprox., 24 horas.
- 5 Pasado el tiempo, sacar del horno y guardar en la nevera. Al momento de servir, decorar con fresas picadas