Si viajas por la ciudad de Viena en Austria es interesante tener presente su famosa cultura del café, ya que es una de las bebidas más tradicionales que se suelen tomar en toda la ciudad, con diferentes cafeterías tradicionales y modernas donde te ofrecen diferentes opciones para poder elegir la que prefieras.
Aún existen los tradicionales cafés de Viena, donde podemos ver sus mesas de mármol, periódicos para leer durante la estancia, además de las tradicionales sillas Thonet. Toda la cultura del café vienés forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial y es sin duda uno de los grandes alicientes para los turistas.
Algo curioso es que el nombre de Einspänner es una de las especialidades cafeteras de Viena. Se originó en la época de los coches de caballos en los que el cochero podía sostener su taza de café en una mano mientras dirigía al caballo. Lo que se pretendía con esta especialidad era que el café se mantuviera más tiempo caliente, por lo que se añadía capa doble de nata montada, para que pudiera soportar el frío exterior.
Un dato curioso es que el café en Viena se suele servir, al menos en su origen, con un vaso de agua para poder dejar la cucharilla del café. Esto nació en la época de la Exposición Universal de Viena de 1873, momento en el que demostrar que el agua para hacer el café era de gran calidad era algo de vital importancia. Fue una exposición en la que el café vienés fue gran protagonista y se comenzó a conocer por parte de los turistas.
Existen numerosos cafés tradicionales donde puedes disfrutar del mejor café de Viena. El Café Landtmann es uno de ellos, inaugurado en 1873 y desde entonces rodeado de fama internacional. No menos interesante es el Café Schwarzenberg, otro de los supervivientes que se inauguraron en la Ringstrasse. Uno de los más antiguos es el Café Frauenhuber, contrastando con la modernidad del café Adlerhof.
Notiespartano/PorConocer