El veterinario en jefe del Zoológico Nacional de Nicaragua, Eduardo Sacasa, se despidió este domingo de forma conmovedora de «Pipo», un chimpancé de casi 38 años y al que cuidó como un hijo los últimos 25 años.
«Vengo a despedirme de vos. Ya me voy a ir (del Zoológico Nacional) y vengo a despedirme. Ya estamos cansados Marina (su esposa y directora de ese refugio de animales) y yo, y venimos a despedirnos», comenzó su relato Sacasa en un video divulgado en redes sociales.
A partir de noviembre el Zoológico Nacional o «Zoo Nicaragua», uno de los destinos familiares más visitados en el país, pasará a manos del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales tras 25 años de ser manejado por un equipo de expertos de la Fundación Amigos del Zoológico Nicaragüense (Fazoonic), presidida por Sacasa.
En el video publicado en Facebook se puede observar al veterinario conmovido, abrazando y acariciando al chimpancé con quien convivió por 25 años y a quien ayudó a curar en dos ocasiones.
El animal responde a sus palabras «jugueteando» y con abrazos y besos.
«Pipo: ¡Qué pesar me da dejarte, mucho pesar!, ¡Me duele mucho dejarte, me da mucho pesar», dijo Sacasa visiblemente emocionado.
El veterinario explicó que «Pipo» llegó a Nicaragua procedente de La Habana, Cuba, cuando tenía 11 meses de edad y lo conoció cuando asumió la dirección de Zoológico Nacional en 1997.
«Desde ese día que nos vimos hicimos como una buena química y me fui ganando su cariño y su amistad, porque ellos también son muy enojados y con la fuerza de casi cinco hombres son muy peligrosos», contó.
Según su expediente, «Pipo» había sufrido un accidente en la jaula en la que se encontraba, cuando el techo le cayó encima y le causó severos daños en el cráneo, lo que obligó a someterlo a una cirugía de reconstrucción.
Como resultado el chimpancé quedó con varias secuelas, entre ellas la pérdida de piezas dentales y uno de sus ojos de lado.
En 2012, el chimpancé fue víctima de otro accidente luego que un de escolares le lanzaron dentro de la jaula una mochila con una navaja dentro, con la que «Pipo» se provocó heridas en ambas piernas, una de ellas de gravedad.
«Con su primer accidente más su segundo, él se fue volviendo súper agresivo, porque él no podía ver a un grupo de niños de colegio y peor (si simulaban) que le iba a dar comida y al final no le daban nada; su reacción era morderse las heridas viejas hasta arrancarse el pedazo de carne y así sucedió varias veces por lo que decidimos no sacarlo cuando había mucha gente para evitar ese problema», indicó.
Pide amor y mimos
Luego de contar la vida de «Pipo», Sacasa dijo que «lo más duro, lo más triste» es despedirse del chimpancé y que lo hacía «con un gran dolor» en su corazón, y «con lágrimas en mis ojos».
«Solo espero que así como lo cuidamos por 25 años, dándole mucho amor (…) los nuevos (administradores) que estarán a cargo del Zoológico, lo sigan haciendo, porque él es un animalito muy agradecido», dijo.
Más de 1.000 ejemplares de casi un centenar de especies que habitan en el Zoológico Nacional, ubicado 16 kilómetros al sureste de Managua, pasarán a manos del Estado a partir de noviembre, anunció su directora Marina Argüello el viernes pasado en un video de despedida.
Argüello negó que el Gobierno de Daniel Ortega haya confiscado el centro, y aseguró que, «por motivos de salud», su administración será entregada al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.
Entre las especies que hospeda se encuentran leones africanos, lagartos, tigres de bengala, pumas, hipopótamos, avestruces, guardabarrancos, iguanas, monos, jaguares, tapires y chimpancés.