Médicos especialistas precisan lo vulnerable que puede ser Venezuela ante el posible registro de epidemias, como la hepatitis aguda y la viruela del mono, frente a un sistema de salud público que no tiene el alcance de respuesta para las enfermedades más recurrentes, las fallas en la atención preventiva y la deuda de acentuar el plan de inmunización nacional.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) sólo ha recibido el 80% de la información sobre cobertura vacunal en el país, un compromiso que el Estado venezolano debe cumplir en un 100%, pues de este reporte emanan otras políticas de salud necesarias para Venezuela.
La Organización Médicos Unidos recomienda al Estado venezolano mantener el cuidado de la ciudadanía y la garantía de seguridad con la activación de los mecanismos de respuestas que empiezan por el seguimiento y atención asistencial en las enfermedades crónicas. “Nuestro sistema público de salud está en uno de sus peores momentos, sin capacidad asistencial a pacientes crónicos y ni para aquellas enfermedades prevenibles por vacunas”, denuncia Jaime Lorenzo, presidente de esta organización.
Lorenzo pide información concreta desde el Ministerio de Salud para conocer más allá de las reseñas en los medios de comunicación acerca de la hepatitis aguda que supera los 429 casos en el mundo, teniendo mayor impacto en la población infantil y adolescente. «Se debe informar a la gente y no se está haciendo», critica, aseverando que los anuncios deben ir acompañados de las medidas para la prevención.
Lorenzo cuestiona que las autoridades sanitarias no han realizado una revisión exhaustiva del esquema de vacunación y del respaldo desde la aplicación del seguimiento con la vigilancia epidemiológica.
Tal advertencia es compartida por Édgar Capriles, internista y especialista en Economía de la Salud, al recordar ese antecedente que se tuvo con el sarampión en la década de los años 90 y que se puede frenar desde la protección con la inmunización. «Es buscar los medios para ampliar la cobertura en vacunas y sin olvidar la necesidad de las campañas informativas», recalca. Afirma que últimamente se viene haciendo llamados con los riesgos de poliomielitis en niños por la baja cobertura vacunal, porque hasta manteniendo el control de estas enfermedades virales se tienen las probabilidades de la llegada de un caso importado y se masifique en quienes no hayan sido vacunados.
Destaca que frente a epidemias, todo dependerá de los mecanismos de bloqueos propios para la detección temprana y hasta las políticas de formación actualizada en aquellas regiones que han sido focos de infección.
La ola de precaución también se extiende desde el Colegio de Médicos de Lara, cuando su titular, René Rivas, recuerda que Venezuela es un país tropical, cuya ubicación y características del clima predisponen al cobijo de enfermedades virales, lo cual debe tratarse con especial cuidado ante la posibilidad de mayor resistencia con la mutación de la patología. Una amenaza en la adecuación de un virus que termine fortalecido ante la falta de respuesta inmediata para evitar la mayor propagación.
También, considera que Venezuela debe fortalecer el esquema de inmunización nacional, sin olvidar que existen varias vacunas que se han privatizado y los niños de familias de bajo poder adquisitivo no tienen el acceso para cancelar en un centro privado, tal como sucede con la neumococo.
La principal exigencia de los expertos radica en mayor cobertura vacunal.
Exigen mayor vigilancia
Evitar la confianza y mantener la vigilancia extrema es la recomendación de Jaime Lorenzo desde la organización Médicos Unidos de Venezuela ante la necesidad de un control riguroso en determinadas zonas que puedan ser más vulnerables a las epidemias.
También, recuerda la necesidad de conocer las informaciones de boletines epidemiológicos, los cuales no han sido difundidos desde 2016. A partir de esos reportes es que se puede considerar el área de alcance de las enfermedades virales en las regiones más propensas.
Señala que dicho respaldo permite la implementación de medidas de prevención y reconocer aquellos grupos etarios que están más expuestos a los contagios. Además, que reconociendo el cerco epidemiológico se puede controlar el ingreso de casos importados y la posible diseminación de la patología.
Notiespartano/LaPrensaLara