Decir que Venezuela es una tierra bendecida por su naturaleza puede resultar cliché, pero siempre será necesario destacar todo lo bonito en el país, lo que genera alegría, esperanza y bienestar para sus habitantes.
En el estado Portuguesa, específicamente en el pueblo de Turén, se volvió a apreciar una característica propia de estas tierras: el «mar» amarillo propio del primer granero venezolano, donde cientos de turistas viajan para contemplar de cerca a los hermosos girasoles que se siembran en esta región del país.
Desde el año 2016 no se sembraban en Turén los girasoles, pero este año 2023 inició con una gran noticia para todos los turenenses: los campos volvieron a vestirse de amarillo con esta bella flor, y a su vez, estas tierras comenzaron a recibir a una gran cantidad de venezolanos de diferentes latitudes del país, lo que fomenta de gran manera el turismo en el estado Portuguesa.
«Aquí han venido personas de Caracas, Valencia (…) para nosotros es un honor que vengan a ver estos girasoles que tenemos», comentó a El Impulso el ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación de Productores de Portuguesa (PAI) Ramón Elías Bolotín.
Además, al ser consultados sobre los recuerdos que tiene al crecer entre los girasoles, mencionó que cuando eran pequeños acostumbraban a cortar los girasoles para regalárselos a sus novias. «Ellas se alegraban mucho», exclamó con una sonrisa en su cara, propia de la nostalgia por volver a pensar en los momentos de su infancia.
«Venezuela es muy deficiente en grasas y aceites comestibles, más del 90% la importamos«, aseveró, con lo que puntualizó que al tener nuevamente los girasoles, se podrá potenciar la producción de estos elementos. «Creo que llegaron para quedarse«, sumó.
De esta manera, el ingeniero Bolotín hizo una invitación a todos los venezolanos a seguir viajando hacia Portuguesa para observar desde cerca esta «maravilla natural» que se encuentra en Turén con los girasoles, los cuales podrían estar en su mejor punto hasta mediados de febrero.
Notiespartano/LaMañana