La vaselina es un producto inodoro e incoloro que aparece en las etiquetas de los cosméticos con el nombre de petrolatum o petrolatum jelly. Existen muchas cremas que llevan vaselina, pero a los dermatólogos nos gusta mucho recomendar la forma pura sin perfume. Esta forma pura está en el mercado bajo múltiples nombres comerciales.
Se trata de un derivado del petróleo. De hecho, fue descubierta en el siglo XIX por un químico americano que observó cómo los trabajadores de una plataforma petrolífera usaban un residuo del petróleo en quemaduras de la piel. Posteriormente, este químico creó una fábrica en New York para refinar este producto y sintetizar la vaselina pura.
La vaselina tiene una acción oclusiva, es decir, impide que la piel se deshidrate. Es probablemente el producto más hidratante que existe. El único problema es que, al ser tan grasa, brilla y puede obstruir el poro, produciendo granitos. Por eso, no se debe usar en la cara de personas con piel grasa o tendencia a padecer acné.
Tampoco es un producto muy cosmético, ya que es grasiento y la piel queda muy brillante después de su aplicación. Quitando estos inconvenientes la vaselina es un magnífico producto que puede ayudar a mejorar nuestra piel.
A los dermatólogos nos gusta recomendar la vaselina pura en las siguientes 4 situaciones:
- Después de una exfoliación profunda con láser o peeling químico, o después de tratamiento de una lesión con nitrógeno líquido. El uso de vaselina hace que no se forme costra, favoreciendo una más rápida cicatrización y evitando que la zona se infecte.
- Hidratar zonas como los párpados, los labios, la nariz y las uñas. Aplicar una capa de vaselina hidrata la piel de los párpados y las uñas, especialmente si se aplica con la piel aún húmeda.
- Tiene un efecto reparador y preventivo de la dermatitis del pañal en los niños. Aplicada sobre la piel de la zona del pañal es un excelente producto para prevenir eccemas.
- Previene rozaduras. Aplicar vaselina en zonas de contacto del zapato o de la ropa, como los pezones o los muslos, previene la aparición de erosiones y rozaduras molestas.
Por lo tanto, la vaselina es un producto barato, eficaz y seguro. Los dermatólogos la recomendamos para hidratar zonas como las uñas, los labios y los párpados, prevenir rozaduras y ayudar a la cicatrización de heridas y después de técnicas estéticas con láser o con crioterapia. Es incoloro e inodoro y, además, no produce alergias. Así que, ten siempre cerca un tubo de vaselina, ya que lo vas a utilizar con mayor frecuencia de la que crees.