Del Museo “Francisco Narváez solo se sabe que llegó un Procurador del gobierno anterior y se lo entregó a la élite cultural margariteña para que el arte urbano más nunca pisara sus instalaciones.
De aquellos festivales del arte margariteño no quedó nada, sino 45 directivos de unas instalaciones que más nunca fueron abiertas para la gente con la excusa que el arte es para un grupo cerrado.
No fue el concepto con el cual fue creado este espacio del arte, pues a los artistas populares le cerraron las puertas para siempre y no ha salido un gobernante que le entregue el Museo Narváez al pueblo.
Cuando el hijo de Sabina gerenció el Museo “Francisco Narváez” de Porlamar recibió un tesoro estructural que se construyó en el Gobierno de Virgilio Avila Vivas por allá por 1979 con el nombre de Museo Contemporáneo de Margarita y que posteriormente dio paso al nombre de Museo “Francisco Narváez” para rendir culto al hijo del ebanista José Lorenzo Narváez.
Ese Museo “Francisco Narváez” ícono cultural y patrimonial de Margarita ante Venezuela y el mundo es orgullo de los margariteños que por años vieron la transformación de ese espacio cultural en manos de gente de esta tierra y experta en museística en otras naciones del globo.
Durante ese tiempo que Arturo Millán manejó el Museo siempre sufrieron las instalaciones las arremetidas de la humedad producida por la humedad causada por el río Biriguti.
Eso no es nada nuevo cómo para que se haga una alharaca con tan abominable problema histórico, pero si debe decirse a toda boca que el hijo de Sabina conversó con la familia de Narváez para traer las 53 piezas que conforman la obra escultórica de uno de los escultores con más trascendencia a nivel internacional y que junto a Carlos González, Omar Carreño y Ramón Vásquez Brito forman ese cuarteto de ganadores de premios nacionales de las Artes Plásticas en Venezuela.
Por esa razón el defensor del Museo Narváez Arturo Millán el que luchó contra los militares que quisieron llevar los cuadros de la Colección FONDENE al vertedero del Piache en un camión volteo ha iniciado una lucha en defensa de este patrimonio de los neoespartanos.
Es que tiene mucha razón Arturo Millán cuando señala “que el gobierno anterior con su Procurador a la cabeza entregó este Patrimonio del Estado a una Fundación Privada que también tiene sede en Caracas y con el mismo nombre” y va más lejos cuando explica “Esta atípica situación nos pone en alerta porque en otras ocasiones han intentado hacer lo mismo. Este supuesto despojo se quiere tapar con una inauguración después de dos años inactivos, en donde cambiaron la rampa original del patrimonio museístico”.
Pero va más lejos el experto en Museística Arturo Millán cuando expresa “Ese mecanismo es poco usual ya que la directora del mismo siendo ing. no solicitó al IPC los cambios que realizaron según nos informaron”.
Hay que considerar señala Arturo Millán “que la Colección cuando hace una de Pintura de FONDENE que también está en ese inventario y no se tomó en cuenta que todos los bienes de la región también son de la nación y no se pueden traspasar, ni se puede vender lo que representa la Memoria Histórica de los neoespartanos y venezolanos”.
Esta preocupación del Hijo de Sabina cuando hace una Carta pública al arquitecto Oscar David Hernández, presidente del CLEBNE, al ministro de la Cultura Ernesto Villegas, a la Vice Ministro Mary Penjean y al presidente de Artes Zacarías García muestra la otra cara de la moneda y le pone la pelota en la mano al Gobernador del Estado Morel Rodríguez Avila y al procurador Jhonny Guerra para que le devuelvan al Museo “Francisco Narváez” su categoría de museo del pueblo.
Entiendo la preocupación de quién fue director del Museo en par de oportunidades y que conoce a fondo la riqueza patrimonial de este ícono cultural de Margarita y que Humberto Cazorla como director de Cultura de Nueva Esparta y escultor como Narváez, Arturo y Carreño tiene que dar la pelea para el rescate de este espacio de las artes y que como dijo Arturo Millán “los que dirigen esa fundación no son margariteños”.
Ante esta realidad del Museo “Francisco Narváez” entregado a manos privadas por quién de cultura nada sabe y por tanto tomó la decisión de entregar un bien patrimonial guiado por la intuición y por la tranquilidad de un Procurador que todavía debe la deuda pública de arreglar “La Perla de Soto” y que se comprometió públicamente a una rehabilitación que nunca llegó.
Con la experiencia del experto en museística Arturo Millán que gerenció el Museo “Francisco Narváez” en los años 1978, 1979,1980, 1981, 1983, 1984, 2004,2005,2006,2007, 2008 y del 2009 al 2012, razones suficientes para preocuparse porque en una institución que paga el Estado manda una fundación privada que “está sumamente preocupada por el abandono de estas instalaciones durante 9 años”. Eso quiere decir que los gobiernos de Mata Figueroa y Alfredo Díaz dejaron al garete la vida cultural y artística de los insulares.
Pero hasta el 2012 en el Gobierno de Morel Rodríguez se hicieron exposiciones diversas, rehabilitaciones internas y hasta el edificio administrativo en las adyacencias para no tocar esas instalaciones que son patrimonio artístico, cultural y patrimonial de la nación.
Esa irresponsabilidad del Gobierno anterior de entregar las instalaciones a una Fundación Privada es solo culpa de un gobierno irresponsable que no supo diferenciar entre lo público y privado por lo que supuso que el Museo estaba en las últimas condiciones y buscó salvación en particulares poniendo en entredicho su responsabilidad de ser el custodio y garante de la gerencia pública.
Esta crisis del Museo “Francisco Narváez” pica y se extiende porque la Carta Pública del director con más antigüedad y con moralidad a la mil al atreverse a pedir la intervención de la AN, CLEBNE, IARTE, Gobernación de Nueva Esparta y Procuraduría del Estado es muy explícita y abre las compuertas a una investigación profunda para determinar en qué se entregó el museo de manera INDETERMINADA, pues como dijo Ángel Félix Gómez un porlamarense ejemplar:
“Tampoco es la cultura fuente para nutrir prepotencias de individualidades engreídas porque con ella, con la cultura no se puede abusar para llenar prebendas, ni llenar hojas y hojas curriculares. Aquí se ha pretendido ser cándidos. Lamentablemente esa candidez a cada rato nos la violan. No podemos seguir alimentando grupos con falsos conceptos de puridad insular”.
Ahora cuando le entregan el Museo Narváez a la Tamborilera se ve grotesca la jugada del Gobernador Alfredo Díaz y de su Procurador que cometieron la torpeza de entregar un bien del Estado a particulares en una afrenta a la cultura de este pueblo.
Se espera por la decisión que le devuelva el museo a los neoespartanos para que la gente del pueblo vuelva a exponer y a cantar canciones de cuna en unas instalaciones que son de la gente. Vamos por el Museo dice la gente y esperan que su Gobernador les responda con una decisión que le devuelva el arte a la gente y se borre de esos espacios a quienes niegan a las clases más pobre el sueño de tener de nuevo su museo.
Encíclica/ManuelAvila