En Porlamar siempre ocurren las cosas que no suceden en otros municipios. Y es que siendo Porlamar la capital comercial de Margarita en el pasado pasó a convertirse en el desaguadero de Margarita.
En que locura se convirtió una Ciudad tan combativa donde en otros tiempos la actividad legislativa fue modelo de debates y discusiones en pro del desarrollo de este pueblo y que después de la Asamblea Legislativa era el escenario donde la actividad legislativa mostraba la fortaleza del único municipio del estado con nueve legisladores por el volumen de ciudadanos que habitan en este espacio tan importante de Margarita. Qué pena para la Ciudad que en el espacio donde nacieron Pedro Navarro González, Lino Gutiérrez, Pedro Rivero, Pedro Celestino Vásquez y Vásquez, Mario Salazar, Francisco Narváez, Luis Castro, Francisco Carreño, José González Navarro, Antonio Deffit Martínez, Inocente Carreño, Francisco Nicolás Castillo, Francisco Gutiérrez, Tango Fernández, Salvador Ernández, José Basilio Hernández, Ángel Félix Gómez, Erwin Murguey, Pablo Ramírez, Alexis Marín Cheng Ramón Vásquez Brito, Virgilio Avila Vivas, Rafael Avila Vivas, Jhonatan Rodríguez, Los Chabolos, Edward Ernández Caraballo, Chuito Fernández el de Fedecámaras y el poeta odontólogo, Raimundo Verde Rojas, Carmen Verde de Encinas, Luis Beltrán López, Luzardo López, Pedro Arévalo, Bestalida Salazar, Iris de Mendoza y tanta gente valiosa de la Ciudad Marinera.
Una Ciudad Marinera donde todo se debatía con altura de una intelectualidad que nació viendo el Faro de la Puntilla, la Plaza Bolívar, El Museo Narváez, La Sirena, la Ronda, los Boulevares Gómez y Guevara, la Avenida Santiago Mariño y la Avenida 4 de Mayo dos espacios emblemáticos de la Venezuela comercial.
Da vergüenza que la Ciudad de Porlamar ahora no tenga mando porque vi con esto ojos como en los gobiernos de Luis Longart, de Alberto Bittar, de Pedro José Velásquez, de Eligio Hernández y de Alfredo Díaz se legisló en pro del bienestar porlamarense. Ahora cuando promediamos el año 2025 y después de tanto batallar para lograr la evolución de la Cenicienta Municipal de Margarita ocurre un vacío de poder que tiene mucha similitud con la gerencia municipal convertida en nada porque nos encontramos con un vacío de poder no solo en lo legislativo sino en el mando de Porlamar.
La Ciudad marcha al garete sin brújula hace un buen rato porque donde no hay mando se presenta el desorden y la anarquía. Se veía venir algo como esto en un municipio abandonado a su suerte donde sus ciudadanos no encuentran la fórmula para sacar a Porlamar de las catacumbas de la gobernanza.
Ni ordenanzas salieron más nunca del viejo Concejo Municipal donde los ediles perdieron el rumbo y se entregaron a los balbuceos de un mandatario que perdió el control de las políticas públicas y condenó la Ciudad Marinera a una anarquía jamás vista en estos espacios. A los porlamarenses no se le representa con balbuceos y con tartamudeos que forman parte de la nada gerencial. Y según dicen los mismos ciudadanos no se había visto tanta locura que convierten a la Ciudad en un territorio salvaje, donde nadie gobierna y unos pocos manejan las arcas para sus intereses personales y los de su camarilla.
No se escucha ni el eco de un ciudadano de esos que formaron la Sociedad Progreso lanzando siquiera un suspiro para defender una Ciudad con tanta historia y donde la intelectualidad irreverente siempre tenía una voz que gritara para alborotar los alcatraces de la bahía.
Esa mudez de Porlamar, ese silencio sepulcral se veía venir porque los intelectuales se escondieron y le dieron paso a la barbarie para que gobernara la Ciudad y decidieron los más valiosos hombres entregar el mando a imberbes sin mando, a analfabetas funcionales sin neuronas para que la Ciudad durante medio siglo entrara en un baile de disfraces que no le dolió a nadie.
Pudiera decir que éste Cronista no es Porlamarense, pero soy hijo adoptivo de la Ciudad Marinera y también de La Asunción de manera que me duele lo que ocurra en estas dos ciudades y por eso levanto la voz para reclamar a los porlamarenses ese silencio sepulcral que le ha entregado el mando a la nada. Por esa situación de vacío legislativo que se acaba de presentar en Porlamar se veía venir y lo había anunciado hace rato cuando Porlamar entró en una fase de congelamiento nunca visto en el trabajo legislativo en la región y donde las autoridades nombradas en la Cámara Municipal no dejaban que el decreto saliera de la fotocopiadora para empezar a mandar en el municipio. Pero todo ocurrió por falta de asesoría y por carecer de un Alcalde con mando porque generalmente las decisiones que ocurren en la Cámara Municipal son diseñadas, planificadas y controladas por el burgomaestre turno y en este caso no ocurrió así porque los liderazgos no se construyen con decisiones cosméticas sino con la fuerza y el coraje de sus mandatarios.
El reflejo del gobierno municipal de Porlamar se tradujo en este vacío de poder que entra a la historia como un acontecimiento inédito en la Ciudad Marinera y en todo el estado Nueva Esparta y asoma la anarquía que ronda en una Ciudad ingobernable donde no se está haciendo nada para gerenciar el destino de la Ciudad y de sus ciudadanos. Con ese accidente legislativo salpicado de politiquería se le da el poder a un Cámara Municipal que ya ha sido reconocida por los 9 concejales y por las instituciones del estado, pero que tienen el compromiso de dinamizar las acciones legislativas del municipio.
Porlamar exige mando para que el progreso y el desarrollo aparezcan en la escena por primera vez en unas instituciones que en tres años habían estado condenadas al silencio y done parecía que legislar no significaba nada para el municipio. Con esta insurrección legislativa tienen las nuevas autoridades de Porlamar el compromiso de trabajar para impulsar el desarrollo de un pueblo reducido a cenizas bajo el mando de un burgomaestre que cree en la tesis que el silencio habla cuando es una contradicción que ha terminado sepultando bajo las aguas a una Ciudad con tanta historia.
Vamos Porlamar es hora de despertar para reclamar a su autoridades que se ocupen de cumplir las funciones que le entregó el pueblo de transformar una Ciudad vuelta pedazos en medio del paso ligero de tres años donde solo visiones cosméticas mostraron la cara grotesca de un pueblo que como escribió Ángel Félix Gómez siempre estuvo rodeado de fantasmas por todas partes y que en su libro “Salitre” inmortalizó lo real maravilloso americano en la Ciudad Marinera cuando puso a andar por las calles lo muertos de su pueblo “ y por eso dijo “Uno quiere ser río en una isla sin ríos/ Hoja en estos bosques sin árboles y habitantes/ Qué se hicieron los habitantes de esta heredad”.
Encíclica/ManuelAvila