La manzanilla es una hierba con fama mundial gracias a sus propiedades medicinales, pues su uso como infusión se ha extendido gracias a que alivia dolencias, trastornos digestivos, cólicos, gripe, insomnio, entre otros.
Cabe acotar que, este no es el único uso que se le da, también conviene incluirlo en la rutina de belleza, sobre todo para tratar la piel.
Propiedades de la manzanilla
Es antiinflamatoria, antialérgica, antibacteriana y sedante. Pero, además, posee propiedades digestivas, razón por la cual se recomienda beber una taza de té de manzanilla después de comer para calmar la pesadez.
Por otra parte, al incluirse en el cuidado de la piel garantiza que la dermis se mantenga limpia, desinflamada y libre de bacterias.
De igual manera, gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias se emplea para combatir el acné. Esto debido a que, al aplicarla, ayuda a reducir la grasa y a cerrar los poros abiertos, por ejemplo.
Beneficios para la piel
Las pieles sensibles y secas pueden beneficiarse de la flor de manzanilla, ya que es genial para calmar las pieles con tendencia a las irritaciones cutáneas.
Tiene un efecto refrescante y antiinflamatorio muy beneficioso para la piel. Además, es un buen tratamiento para los casos de granitos leves, porque limpia y elimina las bacterias que se acumulan en la dermis.
Incluso, cuando es utilizada con frecuencia, ya sea en forma de infusión o de mascarilla, hidrata y nutre en profundidad.
También conviene aplicarse la manzanilla como tónico para limpiar la piel en profundidad. Para ello, prepara una infusión, déjala enfriar, cuélala y luego rocíala con un spray, como harías con un tónico de venta comercial.
Finalmente, y no menos importante, colocar tipo compresas con la infusión de manzanilla ayuda a disminuir las ojeras y hasta a aclarar las manchas de la piel.
Importante
Se puede incluir el uso de infusiones o mascarillas de manzanilla una vez a la semana para que la piel se hidrate y se torne más suave.