Se debe señalar, porque es toda una verdad, que la tarea cumplida por Morel Rodríguez Ávila, al término de su reciente gestión, la enmarcó —dentro de sus lineamientos principales— la coherencia, gerencia, responsabilidad y mucha participación colectiva. Sus resultados le son reconocidos por el alto ejecutivo, los gobiernos locales y la dirigencia política, tanto la socialista como la democrática.
Pero en especial la gente, que es todo el mundo de Margarita y Coche, que la saben cierta en cada uno de sus pueblos, convertidas en infraestructuras y servicios que, en suma, significan el mejoramiento sustancial de la calidad de vida de la gran familia insular.
Así actuó convencido de que sólo en libertad e impulsado por una verdadera voluntad democrática, los pueblos pueden alcanzar la plenitud de sus aspiraciones, que Morel Rodríguez Ávila enmarca en educar y formar mejor al ciudadano, principalmente.
Al término de su sexto gobierno, es necesario resaltar que en sus funciones y en la relación diaria con todos los sectores de la margariteñidad, Morel dirigió los destinos de Nueva Esparta en circunstancias históricas, políticas y sociales que bien merecen un trabajo analítico por parte de los especialistas. Precisamente el respeto a las ideas, a la expresión y sentimiento de las personas, en especial los que pudieran decir sus contrarios, es fundamento que Morel Rodríguez Ávila mantiene y defiende, desde siempre y en lo que asienta su liderazgo.
Hombre franco, de serenidad en su accionar, pero firmeza en cada paso, sabe que la palabra es sagrada y empeñarla no es un simple modo de quedar bien, sino muestra profunda de entrega en la cual va implícita el honor. Y este es asunto de mucha importancia entre la gente seria, mayoría en el escenario insular. Por eso Morel Rodríguez Ávila prometió y cumplió lo ofrecido a los pueblos de Margarita y Coche: trabajar por el engrandecimiento de Nueva Esparta.
Puede decirse que respondió con hechos, casi en su totalidad, lo ofrecido. Sobran las pruebas reflejadas en las Memorias y Cuentas de sus últimos cuatro años de gobierno.
En su campaña electoral (para el ejercicio 2022-2025) dijo que su programa de gestión estaría basado en la previsibilidad, es decir, en la planificación con sentido estratégico y en este lineamiento, la identificación, jerarquización y priorización de necesidades vino de abajo hacia arriba, lo cual para este líder de pueblos significa que no son necedades impuestas, sino requerimientos que surgen del propio seno de las comunidades. Y cumplió, honrando la palabra empeñada. Nadie lo duda.
Por eso los insulares afirman que Morel ha sido el verdadero gobernador del pueblo. El mejor de todos los que han regido los destinos de esta verdadera Tierra de Gracia.
AngelCiroGuerrero


