Una fuerte brisa sobre el peñón de Gibraltar (territorio británico de ultramar, en la costa sur de España) provocó una espectacular «ola» de nubes.
El fenómeno es producto de un patrón de viento conocido como ‘levante’, que cuando sopla sobre el macizo rocoso es lo suficientemente fuerte como para levantar el aire húmedo de la parte inferior y forzarlo hacia arriba.
A medida que el vapor de agua asciende se condensa y forma una nube ondulante, que es empujada por el viento.