A Pedro Sánchez una gran mayoría de españoles le dejó en claro que perderá las elecciones. Le mostró el camino a la derrota que le propiciarán a la hora, próxima ya, de elegir un nuevo presidente de gobierno. Uno de sus más allegados hombres de su equipo, quizás para justificar el enorme sacudón, reconoció que el pueblo “no había entendido el proyecto socialista”, pero se equivocó.
Si lo entendió. Y muy bien, por supuesto. Tanto, que votó en contra del PSOE, en claro rechazo a una gestión que resultó infructuosa, ganando de antemano casi todos los gobiernos municipales y autonómicos peninsulares De un verdadero tsunami, lo calificaron. uno a uno, todos los observadores y especialistas electorales de medio mundo.
Una victoria para el Partido Popular, de paso bien ganada, con un peso y significado que, de antemano, visto que se le enredó el papagayo, se le nubló el horizonte y se quedó con un mínimo apoyo, Pedro Sánchez tendrá que negociar. Pero pocos, muy pocos esta vez le darán una mano.
Por el contrario, hay muchos con ganas de pasarle factura y sólo aguardan las presidenciales para empujarlo al despeñadero electoral. Lo que, con toda seguridad, habrá de suceder el 23 de julio.
Otro que no va para el baile, porque no superó un vergonzoso 1 % de los votos, es Podemos, que no pudo engatusar más a los escasos militantes que le están quedando, después de haberse enterado de los manejos dolosos de Iglesias, quien ayer era un limpio de solemnidad y ahora vive como un rey al decir de los periódicos que en España publican toda, todita la verdad sin tapujo alguno; y de su socio, Monedero, que se alzó con los miles de dólares que, por sus “asesorías”, les regalaran los que viven en la “Suite Japonesa” de Miraflores.
En suma, que el socialismo, en España, se está quedando atrás, pero muy atrás, casi que de la ambulancia.
Mientras esto ocurre, sube, y alto, el Partido Popular. Que es la derecha, sí, pero a una mayoría inteligente que piensa en España y en los españoles le pareció mucho mejor que el Psoe y, ya está escrito, regresará al poder. Se afirma así, porque el reciente resultado electoral marcó el camino, se insiste, que llevará, directo, a su líder, el “gallego” Alberto Núñez Feijoo, a La Moncloa..
Esto acontecerá porque, el triunfo del PP desatará una ola de respaldo entre la población que, en suma, sobrepasará el apoyo que aún mantiene en el Congreso el denominado “Sanchismo”.
Lo acontecido en España es una lección contundente para los camaradas socialistas de aquí, que con Diosdado al frente y blandiendo el mazo, comienzan a gritar que ganarán las elecciones, si acaso Maduro, y no el CNE, que es lo legal, las convoca para este año o, como se presume, oficialmente serán el 2024.
En todo caso, los rojos deben estar, ahora, mucho más preocupados pues, entre los precandidatos a ganar la primaria corre, y muy adelantada, la liberal María Corina Machado, sin menoscabo alguno de los restantes aspirantes. El detalle estriba en que avanza indetenible, de manera constante y firme su candidatura a ganar la primaria y todo apunta a que dejará atrás a todo el mundo.
Alguien dirá que el caso español no es el mismo que el venezolano. Pero en un solo objetivo si lo es. Y en ello hay mucha coincidencia: Los venezolanos también quieren salir de esta revolución que lleva ya 24 años desgobernándolos.
Es decir, rechazar las ganas de enquistarse en el poder que tiene el presidente Maduro.
Eso no se discute.
Lo que se quiere señalar es que, en esta oportunidad, y porque definitivamente la decisión del pueblo nuestro, y así se está prefigurando, tiene como punta de lanza derrotar al comunismo, disfrazado de socialismo, y regresar a la democracia.
La victoria será gigantesca en votos, extraordinaria en su significado, lo dice la gente en la calle, que es la mejor de las encuestas. Se palpa la voluntad, así hayan dos o tres aves de mal agüero tratando de sembrar desánimo entre unos pocos. Porque, unidos, serán cientos de miles los que acudirán a sufragar Tenganlo por seguro..
Por lo pronto se nota entre los responsables de organizar el triunfo ciudadano, que lo están haciendo con mucha fuerza, capaz de quitar del camino cualquier abrojo.
Serán tantos los votos que al gobierno le costará mucho, pero mucho tan sólo intentar desconocer lo que será el triunfo de un pueblo cansado de tanto sufrimiento.
La victoria está cantada.
El TSJ tendrá, esta vez, que dar explicaciones del por qué, si acaso lo intenta, decide parar la elección primaria de quien le ganará, a punta de votos, al chavismo.
AngelCiroGuerrero