Germán Rojas Loyola es un Pediatra Puericultor venezolano egresado de la Universidad de Oriente, con una Maestría en Bioética de la Universidad Central de Venezuela.
Activista e investigador en el área de los derechos de niños y adolescentes en el escenario sanitario.
Es Miembro Titular de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, así como Miembro de Número del Centro Nacional de Bioética.
Nos presenta su primera obra literaria, «Un pediatra como ser bioético, lo que piden los niños y adolescentes venezolanos».
Se trata de una obra de no ficción, catalogada como un ensayo de divulgación médica en el cual se señalan elementos de la realidad que atraviesan la salud pública venezolana y la profesión médica; está ambientada en un hospital de referencia, donde el protagonista aprende a deliberar sobre su ejercicio como pediatra y la relación con sus pacientes, con el fin de lograr ser un «sujeto moral».
Esta obra inédita llama a la reflexión a los pediatras, pero también a otros miembros del personal de salud, autoridades sanitarias, estudiantes de medicina, padres y niños o adolescentes; pues «todos somos corresponsables en la tarea de humanizar los espacios hospitalarios»
«Como pediatra puericultor y bioeticista, he tenido la inquietud de mostrar una ruta que pueda dar respuestas a un número importante de pediatras y residentes en formación que se encuentran laborando dentro de los espacios hospitalarios venezolanos; ellos son víctimas de la crisis del sistema de salud, pero también de la crisis moral de la profesión.
A través de la deliberación, definida como un proceso de pensamiento y análisis que nos lleva a la toma de decisiones razonables y prudentes, intento cumplir este objetivo. He tenido el honor de ser prologado por el Dr. Huníades Urbina-Medina, expresidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela»
La obra
En el inicio de la obra se muestran una serie de «hechos» vividos por muchos de nuestros pacientes y pediatras venezolanos. Son hechos del entorno, de nuestra naturaleza y formación. Es un punto de reflexión para activar nuestra «conciencia moral» y estremecer esa resistencia «inconsciente».
Posteriormente, se describe el recorrido de los derechos de niños y adolescentes en una línea de tiempo, señalando el «antes y después» del paradigma de la «Doctrina de Protección Integral» (DPI), así como su incorporación en la legislación de la República Bolivariana de Venezuela. Además, se invita a valorar la calidad de servicio, identificando la relación médico-paciente como un proyecto que la puede mejorar, señalando los hechos del modelo paternalista, señalando la ruta para avanzar hacia una relación médico-paciente-padres donde se respete la autonomía de los niños, niñas y adolescentes, con instrumentos que registren este ejercicio de acuerdo a su grado de madurez.
También se redefine la forma del cómo gestionamos la ayuda que les damos a los pacientes mostrando que la «beneficencia» es utilizada para medir los resultados de esta relación y se revelan los hechos, valores negativos y perfiles de riesgo para la producción de «daño» y cómo influye en la «cultura de seguridad» en el ambiente hospitalario y hará comprender que, como sujeto moral, el pediatra o cualquier médico que atiende a los niños, es un «recurso» para el cumplimiento del principio de justicia y equidad.
En la recta final, se presentará cómo es el proceso de deliberación, señalando las salidas razonables y prudentes en la Venezuela de hoy. A partir de estas «recomendaciones» podremos transformar nuestra realidad, por lo menos, la que depende directamente de nosotros como personas y ciudadanos, para así releer los hechos de los actores, pero desde una realidad posible, producto de la deliberación.
Notiespartano